Macroconsult estima que este año el deterioro de la presión tributaría se acentuará más – el año pasado bajó de 17% a 15.2% – debido al exceso de pago a cuenta del Impuesto a la Renta (IR) de parte de las grandes empresas en el 2015.
La consultora postula que estas compañías han sobrevalorado la utilidad del año vigente y el pago a cuenta del IR ha sido excesivo, por lo que ahora se experimenta un alto volumen de pedidos de devolución.
Además de este mal cálculo de las empresas contribuyentes, la menor recaudación del IR en el sector minero y el intento fallido de la Sunat en ampliar la base tributaria, se suma el ajuste importante por la pérdida cambiaria que muchas empresas han debido absorber, lo que se traduce en menor utilidad en los balances.
La magnitud del deterioro en la recaudación se refleja en la evolución del déficit fiscal, que el año pasado se situó alrededor del 2% del PBI.
“Dada la terca renuencia del Ministerio de Economía y Finanzas a aumentar el gasto público, esto se debe atribuir, en su totalidad, a la caída de los ingresos tributarios. Para este año se proyecta un déficit fiscal por encima de 3% del PBI, también en buena parte por la baja que sufrirían los ingresos tributarios por las razones señaladas, y por la reducción de las tasas impositivas decretadas”, explica la consultora.
Así, la situación fiscal que va a recibir el nuevo gobierno se configura menos abundante de la actual. De hecho, el déficit fiscal del año pasado y el que se estima para este año, consumiría la mayor parte de los fondos fiscales.