Bruselas (Reuters).- Las ventas minoristas de la zona euro registraron en Noviembre un significativo incremento pese a que el desempleo se mantuvo en máximos históricos, en una señal de repunte de la demanda de los consumidores que aliviaría las preocupaciones de deflación en el bloque y las presiones para que el Banco Central Europeo relaje su política monetaria.
Los datos divulgados hoy mostraron la mayor alza mensual en 12 años en las ventas minoristas, un indicador de la demanda de los hogares que se ha visto debilitado en todo el bloque por las altas tasas de desempleo.
El repunte se produjo a pesar de que el desempleo se mantuvo en noviembre en un 12.1% por octavo mes consecutivo.
Datos difundidos ayer habían mostrado una sorpresiva desaceleración en la inflación en la zona euro, que llegó a un 0.8% en Diciembre, muy por debajo de la meta del Banco Central Europeo (BCE) de poco menos del 2%.
Éste fue el tercer mes consecutivo en el que la lectura resultó inferior al 1%, el nivel que el BCE, que celebrará mañana su reunión mensual de política monetaria, considera una zona de peligro de deflación.
Las ventas minoristas en el bloque de 17 países repuntaron un 1.4% en Noviembre, después de caer un 0.4% en Octubre, mostrando el mayor incremento mensual desde Noviembre del 2001.
Comparado con el mismo período del 2012, el volumen de ventas subió un 1.6% después de registrar una caída del 0.3% en octubre, lo que implica la mayor subida desde febrero del 2008.
La menor tasa de desempleo del bloque se registró en Austria, con el 4.8%, y en Alemania, con un 5.2%, mientras que los niveles más altos de desocupación se encontraron en Grecia, donde alcanzó un 27.4%, y en España, con un 26.7%.
El número de personas sin trabajo en Europa ha ido en aumento desde el 2011.
En noviembre se registró un total de 19,241 millones de personas desocupadas, 4,000 más que el mes anterior, dijo la oficina de estadísticas dela Unión Europea(Eurostat).
La Comisión Europea dijo que además de las reformas realizadas por cada país, la Unión Europea ha tenido que impulsar medidas económicas, fiscales y políticas para hacer frente al problema.
“El fortalecimiento de la confianza del consumidor y la ayuda al poder adquisitivo generado por una inflación débil en la zona euro respaldará un incremento de los gastos de los consumidores y ayudará paulatinamente a que la actividad económica cobre impulso”, dijo Howard Archer, economista de IHS Global Insight.