El expresidente de Perupetro, Daniel Saba, sostuvo que la Ley de Consulta Previa sería más riesgosa en las zonas petroleras de la selva, porque sería utilizada como instrumento político por las comunidades nómadas que no están ligadas a una determinada zona de extracción. Así se paralizarían los proyectos -advirtió-, porque tampoco ha quedado claro que la ley no es vinculante.
“En los lotes petroleros sería más complicada la consulta previa, porque no se sabe cuáles son las comunidades que están alrededor de un lote, pues muchas son nómadas. Cuando hay un proyecto, se trasladan a la zona, pero antes no estaban allí. Y hay que pedirles opinión. Entonces, entran las ONG a comenzar a politizar más el asunto”, alertó.
Saba opinó que la Consulta Previa es “una idea romántica”, puesto que ya existen leyes que obligan a las empresas a informar antes, durante y después de los proyectos de inversión, mientras que ahora los proyectos están paralizados.
“Se ha abierto una caja de pandora. No se perdía nada sin una Ley de Consulta Previa. Honestamente, no se perdía nada”, argumentó.
Confusión
Además, la Consulta Previa -afirmó- no es vinculante, por lo que mejor se le hubiera llamado “Información Previa” y se evitaba “la posible repercusión negativa”.
“Ese espíritu de la ley -que no es vinculante- no está claro. Porque de la manera que entendemos el término ‘consulta’ es ver si apruebas o no apruebas. Pero no te consulto para saber si te gusta o no te gusta e igual hacer el proyecto, porque suena a chiste malo”, criticó.
Incluso, dijo que lo declarado por el ministro Jorge Merino, acerca de la exoneración de la Consulta Previa a 14 proyectos, abre otro forado en la controversia. Aunque el ministro del Ambiente negó el exabrupto de su colega del Gabinete.
“Primero, eso es ir en contra de la ley. Y, segundo, uno puede estar en buenas relaciones con la comunidad del lugar, pero mañana viene otra y dice ‘a mí no se me consultó’. Por ahí entrará la cuestión política y pasarán cinco años más”.