Los principios básicos de la política monetaria se han visto alterados tras la crisis económica mundial, y lo que era el objetivo principal de un banco central -mantener la inflación baja- ya no basta para darle estabilidad a la economía. Así lo explica Fernando Fernández, profesor de IE Business School.
“La crisis ha cambiado todo: Ya no basta con que la inflación sea baja, sino que el sistema financiero tiene que ser sólido, solvente y rentable. Y muchas veces, una inflación demasiado baja hace más difícil que los bancos sean solventes. Ahí se produce la primera contradicción”, señala el docente.
Por otro lado, Fernández indica que la independencia de un banco central también ha creado discusiones. Cuenta que un ejemplo de ello es el Banco de Japón, cuyo presidente se vio obligado a dimitir de su cargo a la fuerza debido a las críticas del Gobierno japonés por su política demasiado “conservadora y tradicional”, que
ponía en peligro el crecimiento económico y el empleo.
“Ese ha sido un caso extraordinario o especialmente notorio de esa tendencia de los gobiernos a influir cada vez más en la política monetaria”, refiere Fernández.
En Estados Unidos -agrega, la FED (Reserva Federal) ha cambiado su política monetaria y ha introducido el principio del pleno empleo como un objetivo igualmente valorado que la inflación.
“Incluso en un banco central y tradicional como el de Inglaterra, su nuevo candidato a gobernador planteó la posibilidad de que el objetivo del ente no sea la inflación, sino el crecimiento del PIB nominal; es decir, el producto de inflación por el crecimiento real”, dice.