La crisis económica y las medidas de austeridad del Gobierno español han generado que los consumidores cambien su estilo de vida nocturna en ese país.
“El local está casi igual de animado que en el 2008, pero los ingresos en caja pueden ser hasta un 50% menos”, comenta Daní Marí, copropietario del bar Costello de Madrid.
Se estima que los bares madrileños generan unos US$ 9,000 millones, pero el negocio está de “capa caída”.