(Reuters).- La confianza en que la economía de Estados Unidos esté finalmente en camino a un crecimiento más enérgico aumentó, pero la preocupación por la salud económica de China, uno de sus mayores socios comerciales, está limitando ese optimismo.
Un sondeo de Reuters mostró que la fe en la resistencia económica de Estados Unidos es generalizada. Los economistas estiman que el PBI del país americano -la suma de toda la producción económica de país- crecerá un 2.7% este año y un 3% en el 2015 y 2016.
Si eso se verifica, la economía estadounidense crecería con una fortaleza de más o menos medio punto porcentual más de lo que lo ha hecho desde fines de la recesión del 2007-2009.
Como la expansión se frena en los países en desarrollo y sigue siendo esquiva en Europa y Japón, Estados Unidos jugará un papel crucial para impulsar la economía global este año.
En el sondeo de Reuters, los analistas dijeron que el mayor peligro para la economía global este año era una abrupta desaceleración de China o, directamente, una crisis financiera allí, pues una serie de incumplimientos crediticios en China ha generado preocupación en Wall Street.
China es el segundo socio comercial de EEUU después de Canadá, por lo que un freno económico abrupto o una recesión dañarían a la demanda de las exportaciones estadounidenses.
Sin embargo, si bien la economía creció a su tasa más lenta en 18 meses a inicios del 2014, tuvo un desempeño algo mejor de lo previsto, mostrando cierta mejora en marzo.
Aparte, los problemas de China probablemente depriman a los precios globales de las materias primas, colocando una indeseable presión a la baja sobre la inflación en otros países.
El sondeo halló que los economistas creen que la inflación estadounidense repuntará al 2% el próximo año, con una caída de la tasa de desempleo a 5.9%. La desocupación se ubicaba en el 6.7% en marzo.