El Índice de Conectividad Distrital Móvil 2016, presentado ayer por Osiptel, evalúa a 49 distritos de Lima y Callao acerca de la calidad del servicio (cobertura) y la gestión municipal que facilita el despliegue de infraestructura. Lurín, Lince y San Borja son los distritos mejor ubicados, pero Villa María del Triunfo, Cercado de Lima y Ventanilla fueron desaprobados por el índice. Sin embargo, ¿cuáles son los retos que aún enfrentan todos estos distritos?
El índice de Conectividad es un balance de otros dos índices: el indicador de Gestión Municipal y el indicador de Calidad de servicio de Lima y Callao. Un distrito que quede en el tercio superior de ambos indicadores, quedará mejor ubicado en el índice global. De esta manera, “en distritos de baja demanda, un incremento en infraestructura puede hacer la diferencia”, señaló el presidente de Osiptel Gonzalo Ruiz Díaz a Gestión.
“Uno de los componentes de este índice es cómo las empresas operadoras evalúan el desempeño de una autoridad local, es la facilidad que dan para el despliegue de infraestructura”, indicó Ruiz Díaz.
Retos y calidad
Lurín, Lince y San Borja han mejorado su posición respecto al año pasado en donde se ubicaron en los puestos 4, 18 y 10, respectivamente. El distrito con mejora notable fue San Bartolo
“En el caso de Lince o distritos más urbanizados, el reto constante, ya que la demanda por servicios es creciente en el tiempo. Hay un crecimiento explosivo”, dijo Ruiz Díaz.
El presidente de Osiptel señaló que los operadores deben monitorear la demanda, mientras se van dando más facilidades para que la infraestructura se adecúe a una mayor demanda. “El despliegue de infraestructura no es contrario a los objetivos urbanísticos”, indicó.
Lince es un distrito que tiene más zonas con fines comerciales, mientras San Borja busca proteger áreas verdes. Allí el reto es “cómo compatibilizar el objetivo de mantener áreas verdes con el objetivo de las telecomunicaciones de tener a usuarios comunicados”.
“Creemos que ambos objetivos son compatibles, y que existe tecnologías que permiten desarrollar la infraestructura sin ser lesivas o tener un impacto negativo al paisaje urbanístico”, señaló Ruiz Díaz. Osiptel señaló que a mayor número de antenas, mejor calidad de servicio habrá.
Existe más espacio para crecer en los distritos de baja urbanización, como Lurín, los cuales tienen menor demanda. En cambio, los distritos de alta urbanización como San Isidro o San Borja, la demanda es mayor. “Lo que buscan los operadores, igual que los usuarios, son servicios de calidad”, apuntó Ruiz Díaz.
Al contrario, al fondo de la tabla quedaron distritos como Villa María del Triunfo (VMT), Cercado de Lima y Ventanilla, pese a que son “distritos muy dispares” en términos de infraestructura.
No debería ser muy difícil que VMT obtenga más infraestructura. “Si bien es zona populosa, no es una zona con muchas edificaciones u obstáculos que impidan la propagación de la señal”, indicó Ruiz Díaz.
Por otro lado, en Lima, las oficinas gubernamentales y privadas generan una población flotante grande. “Allí el reto es hacer que ese despliegue de infraestructura no afecte el paisaje urbano y sobretodo los grandes monumentos históricos que hay en esa zona”, dijo.
“Hoy existe la posibilidad que el despliegue de infraestructura no sea lesiva o agresiva al paisaje urbano. Creemos que se pueden compatibilizar ambos objetivos”, concluyó.
Brecha de infraestructura
Según la Asociación para el Fomento de la Infraestructura nacional (AFIN), la brecha de infraestructura para el periodo 2012-2021, en el sector telecomunicaciones en total asciende a US$19,170 millones (21.8 % del total de brecha de infraestructura).
Si bien a fines de 2014, AFIN publicó que existiría un déficit de 30,000 estaciones base celulares (antenas) en el Perú, Osiptel señaló a fines de 2015 que la brecha es de 7000 estaciones base celulares por instalar hacia el año 2025.