En la actualidad, la Fuerza Aérea Peruana (FAP) ha ensamblado ocho aviones KT-1P con piezas producidas en Corea del Sur y en el Perú. Gracias a la alianza estratégica firmada en el 2012, se espera coproducir 16 aviones hacia el 2016.
La inversión en cada avión asciende a US$ 8 millones. En el Perú, se producen un total de 72 piezas, lo que representa un 5% de las partes ensambladas en una nave. En el futuro, se aspira a producir en el país el 100% de las piezas y exportarlos a otras naciones de la región.
De acuerdo con el coronel FAP Lizardo Orchard Forn, jefe del departamento de fabricaciones de aeronaves del Servicio de Mantenimiento (Seman), la coproducción inicia con la llegada de un fuselaje limpio, sin ninguna pieza. Se instalan primero las líneas eléctricas, el sistema de combustible y las demás conexiones que va a requerir la aeronave para operar.
“Nosotros estamos enfocados en el mantenimiento. Con una nave ya fabricada, evaluamos la condición de los diferentes componentes y, si hay una falla, hacemos una reparación. Aquí, la filosofía es totalmente diferente. Trabajamos a partir de información técnica, desarrollada por ingenieros calificados en Corea, con planos, con detalle de cada paso”, precisa.
El proceso de coproducción dura aproximadamente once meses. A medida que la FAP alcance mayor experiencia, el proceso se reducirá a nueve. En estos momentos, son 120 personas las involucradas en la fase productiva y administrativa.
“A requerimiento de la FAP, necesitamos una nave “multirol”, que cumpla funciones de instrucción y combate. Para esto, Korean Airspace Industries (KAI) desarrolló esta aeronave, modificó las alas y tiene la capacidad de llevar tanques de combustible auxiliares y armamento como ametralladoras, bombas, coheteras”, precisó el oficial.
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