(Bloomberg).- Son las 13:00 en Ekaterimburgo y medianoche en Los Ángeles cuando Louis Marinelli, el líder de un movimiento de California para separarse de Estados Unidos, se sienta para el almuerzo en el Double Bar & Grill.
Ekaterimburgo está cubierta de nieve y gélida a -4°, agradable en comparación con los -32° de la semana anterior. La cuarta ciudad más grande de Rusia, de lado siberiano de los Urales, está muy lejos de Los Ángeles. Pero el corazón de la campaña de “Yes California” (“Sí California”) late aquí.
Como presidente de Yes California, Marinelli está organizando un referendo en el estado sobre la independencia para 2019, si logra reunir medio millón de firmas para fines del año próximo.
Dirige el movimiento secesionista a 10,000 kilómetros de distancia mientras enseña inglés en una escuela de idiomas en Ekaterimburgo. Está preparando el terreno para una “embajada de California” en Moscú, con la ayuda de un grupo fervientemente antiestadounidense apoyado por el Kremlin.
“California es una sociedad mucho más abierta y tolerante, inclusiva de los inmigrantes o personas de orientación sexual diferente”, dijo Marinelli. Nacido y criado en Estados Unidos, dijo que se considera a sí mismo un ferviente patriota estadounidense, y en su adolescencia se imaginaba “una carrera de servicio a Estados Unidos”.
Gradualmente se convenció de que los cambios políticos que quería solamente podrían implementarse en una California independiente.
“Me convencí de que podríamos lograr cosas como la reforma migratoria aquí, dar un estatus legal a inmigrantes indocumentados, hacer todas las cosas progresivas que comencé a apoyar”, dijo, también mencionando el control de armas y atención médica universal.
¿Cómo entonces se involucró con un grupo partidario del Kremlin llamado el Movimiento Antiglobalista de Rusia?
Rusia es conocida por cortejar partidos de ultraderecha y opuestos a los partidos del establishment en Europa. Políticos derechistas de todo el continente son visitantes regulares de Moscú, Crimea, que Rusia ocupó en 2014, y las partes rebeldes de Ucrania, donde aducen ser “observadores” de votación durante elecciones y referendos dudosos.
Medios controlados por Rusia llenan las ondas aéreas con noticias positivas acerca de partidos y causas derechistas en toda Europa y Estados Unidos. Más recientemente, según la inteligencia de Estados Unidos, el Kremlin trató de desequilibrar la balanza en las elecciones del mes pasado a favor del presidente electo Donald Trump .
Pero Moscú también mantiene estrechos contactos con movimientos izquierdistas y secesionistas que se oponen a lo que ven como el dominio global estadounidense. Estas gestiones ayudan al Kremlin a sembrar discordia entre Estados Unidos y sus aliados europeos y diseminar su mensaje sobre asuntos como Ucrania y Siria, según un reciente estudio del centro de investigación Political Capital, de Budapest, acerca de la influencia de Rusia en los partidos de ultraizquierda en Europa.
La plataforma de Yes California, que también menosprecia acuerdos comerciales y el “subsidio” a estados más pobres y al presupuesto federal de defensa, fue inspirado por el movimiento independentista escocés, que en un referendo del 2014 hizo campaña con la consigna de “Yes Scotland” (“Sí Escocia”) y que no logró su meta por un margen de 5.4% de los votos. “Nosotros hemos tomado la antorcha”, dijo Marinelli.
El vicepresidente de Yes California, Marcus Ruiz Evans, autor de un libro titulado “California’s Next Century” (“El próximo siglo de California”), dirige la campaña dentro del estado. Marinelli, quien en setiembre se mudó a Rusia con su esposa rusa, Anastasia, en parte por razones de visado, dijo que su campaña no recibe financiación extranjera y que todas las donaciones provienen de partidarios en California a través del sitio web del movimiento.
Los separatistas de California, un grupo marginal, capturaron la atención en los medios sociales después de la sorpresiva victoria de Trump.
Muchos votantes en el estado liberal y partidario, por abrumadora mayoría, de Hillary Clinton estaban tan airados contra sus compatriotas, que decidieron que California, que constituiría la sexta economía más grande del mundo si fuera independiente, podría estar mejor por su cuenta.
La cantidad de personas que pusieron “Me gusta” sobre la página de Facebook de Yes California pasó de 11,000 antes de las elecciones a 29,000 después de ellas. Ello es una fracción del electorado del estado, pero no es insignificante. Los republicanos tienen 43,000 “Me gusta” en su página, y los demócratas, 40,000.
“Nos estamos acercando a ellos”, dijo Marinelli.
Envalentonada por la indignación por el resultado de las elecciones, Yes California presentó una petición al procurador general del estado para llamar a un referendo en el 2019. Marinelli dijo que 14,000 partidarios, registrados en un sitio de Yes California, ayudarán a realizarlo como voluntarios de campaña. Marinelli planea regresar a Estados Unidos cuando la campaña comience a funcionar a pleno.
“Si sacamos a California de Estados Unidos, entonces Donald Trump ganó por abrumadora mayoría”, dijo Marinelli. “Creemos que el país es como un Titanic, y la elección de Donald Trump es el equivalente de que el Titanic se estrelle contra el iceberg”.
A la pregunta acerca de sus vínculos rusos, Marinelli respondió mencionando que los Padres Fundadores de Estados Unidos buscaron el apoyo de Francia y otras potencias extranjeras durante la Guerra de la Independencia.
A diferencia de Franklin y Washington, empero, “no estamos haciendo que la armada rusa bloquee puertos, no estamos recibiendo soldados rusos en California, y no estamos obteniendo apoyo financiero y de inteligencia de Rusia”.
Se ríe de la idea de que Rusia esté tratando de sembrar discordia y crear divisiones en Estados Unidos. “Si quieren dividir Estados Unidos están llegando tarde, porque el país ya está dividido”, dijo.