Bogotá (AFP).- Un total de 23 personas fueron capturadas en el noroeste de Colombia por actividad minera ilegal de la banda criminal Clan Úsuga, que le reportaba unos US$ 1.2 millones, informaron hoy autoridades locales.
“En una operación (…) en contra de la minería ilegal que se encontraba al mando del Clan Úsuga, en el municipio de Ayapel, Córdoba, fueron capturadas 23 personas dedicadas a esta actividad ilícita”, dijo en un comunicado la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), sobre el operativo en el que también participó el Ejército.
Esta extracción ilegal de oro no contaba con las licencias de la Agencia Nacional de Minería (ANM), ni de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y generaba recursos por 3,840 millones de pesos (unos US$ 1.2 millones) para el crimen organizado, indicó el texto.
“Gracias a las labores de inteligencia de más de un mes” se “logró llegar al lugar donde fueron incautadas 24 dragas, ocho máquinas retroexcavadoras y la ubicación de una pista de aterrizaje clandestina”, agregó.
Según la FAC, el golpe afecta la estructura de financiación ilegal del Clan Úsuga, al incautarle material por más de 2,000 millones de pesos (unos 650,000 dólares).
El Clan Úsuga, también conocido como Los Urabeños por tener como zona de influencia la región del Urabá, fronteriza con Panamá, surgió tras la desmovilización masiva de paramilitares promovida por el gobierno de Álvaro Uribe entre 2003 y 2006, en un proceso que les ofrecía, a cambio, beneficios jurídicos, pero que en algunos casos derivó en la creación de bandas criminales.
La minería ilegal es, junto con el tráfico de drogas y de armas, la principal fuente de ingresos de las “bacrim”, como denominan las autoridades a los grupos delictivos nacidos de disidentes del paramilitarismo.
Las bandas criminales son, según analistas y observadores internacionales, el mayor desafío en términos de seguridad para Colombia en un escenario de paz con las guerrillas, con las que el gobierno de Juan Manuel Santos negocia para poner fin a medio siglo de guerra interna.
Un paro armado convocado la semana pasada por el Clan Úsuga, autodenominado Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), dejó seis muertos y decenas de municipios del noroeste del país con actividades detenidas por las amenazas.