PEKÍN, (Reuters).- China tiene mucho espacio para maniobras de política e impulsar su economía, luego de que evitó utilizar un fuerte estímulo de corto plazo en los últimos años, dijo el domingo el primer ministro Li Keqiang, en una rara insinuación de que las autoridades pueden hacer mucho más para avivar la expansión.
En una conferencia de prensa al cierre de la sesión anual del parlamento de China, Li intentó aliviar los temores sobre una economía tambaleante al prometer que el país seguiría creciendo a una velocidad razonable, aún cuando reconoció que la tarea no es fácil.
Él garantizó a su audiencia que los funcionarios apuntalarían a la economía si existe el riesgo de que la tasa de crecimiento caiga bajo su “límite inferior”, o que golpee al empleo y los aumentos salariales. “En los últimos años, no hemos adoptado ninguna política de estímulo fuerte de corto plazo, así que podemos decir que el espacio para maniobras de política es relativamente grande, las herramientas a nuestra disposición comparativamente son muchas”, dijo Li Keqiang.
“Si la desaceleración en el crecimiento afecta al empleo y los sueldos, y se aproxima al límite inferior de un rango razonable, nosotros estabilizaremos las políticas y las expectativas de largo plazo del mercado para China (…) Al mismo tiempo, aumentaremos la intensidad del control específico (de la política)”, dijo en una reunión de dos horas.
Sobre los planes de su Gobierno para alcanzar un crecimiento económico de cerca de un 7 por ciento este año, Li Keqiang dijo: “Parece que el crecimiento económico ha sido ajustado a la baja, pero en realidad lograr esta meta no será fácil”. La meta de crecimiento de un 7 por ciento es la más baja de China en 11 años y representaría su menor expansión en 25 años.
El primer ministro dijo que es un desafío que el Gobierno logre un crecimiento económico cercano a un 7 por ciento este año, debido a que la economía ya tiene un valor superior a los 10 billones de dólares. Li reiteró, sin embargo, que las autoridades harían lo que esté en su poder para mantener el crecimiento “dentro de un rango razonable”, y negó que China estuviese exportando una deflación.
Presionada por un enfriamiento del sector inmobiliario, enormes cargas de deuda y una débil demanda doméstica e internacional, la economía de China ha enfrentado problemas en los últimos 15 meses, debido a que menguaron la expansión de las exportaciones, la inversión, las manufacturas y las ventas minoristas.
Eso presionó el crecimiento a un mínimo de 24 años de un 7.4 por ciento el año pasado y la mayoría de los analistas asumen que una arraigada desaceleración se profundizará este año.