El primer ministro de China, Li Keqiang, dijo hoy que el Gobierno no debería apresurarse a cambiar la política monetaria en tanto el crecimiento económico permanezca dentro del rango considerado apropiado por las autoridades, si bien necesita estar atento a una pronunciada desaceleración.
El Gobierno es capaz de lograr sus metas económicas claves para este año, reportó la televisión estatal tras citar a Li, reforzando la perspectiva oficial que un objetivo decrecimiento económico anualizado de 7.5% sigue siendo viable.
Los nuevos líderes de China han mostrado una mayor tolerancia a una ralentización del crecimiento, al colocar más énfasis en las reformas a largo plazo a fin de poner a la economía en una posición más sostenible.
Li reiteró que el Gobierno iba a salvaguardar los “límites más bajos” para el crecimiento económico y el empleo, al tiempo que mantiene un techo sobre la inflación.
El Gobierno debería centrarse en reformas basadas en el mercado para revitalizar la economía siempre y cuando el crecimiento se mantenga dentro de un “rango razonable”, dijo Li, sin precisar detalles.
Muchos analistas creen que el Gobierno de Pekín intervendrá para estimular a la economía si el crecimiento interanual retrocede en el trimestre a un 7%.
“No deberíamos cambiar ni la orientación de la política debido a las fluctuaciones económicas transitorias, que podrían afectar la oportunidad de reestructuración ganada con dificultad, ni tampoco deberíamos carecer de la vigilancia y las precauciones para cuando la economía pueda caer por debajo del rango razonable”, citó el periódico que había dicho Li.
El crecimiento del Producto Interno Bruto anual de China se desaceleró a un 7.5% en el segundo trimestre respecto a un 7.7% en el periodo anterior, generando presión sobre Pekín para que agilice las reformas pendientes en lugar de frenarlas para compensar por la etapa de menor actividad.