Bloomberg.- Incluso antes de que Donald Trump entre a la Casa Blanca y abandone formalmente un acuerdo de comercio liderado por Estados Unidos que era una piedra angular de la política económica de su país en Asia, el mandatario chino, Xi Jinping, tendrá oportunidad de demostrar su disposición para ocupar el vacío en liderazgo.
La salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que fue reafirmada por Trump en un discurso grabado en vídeo el lunes, enfocó la atención en un conjunto de negociaciones comerciales previstas para Indonesia la semana próxima.
Dichas negociaciones, que a diferencia del TPP incluyen a China y no a Estados Unidos, buscan sincronizar pactos vigentes a través de gran parte de Asia y abarcarían un 30% de la economía global y casi la mitad de la población mundial.
La propuesta Asociación Económica Integral Regional (RCEP), se ha transformado en la segunda mejor esperanza para las naciones asiáticas hambrientas de comercio luego de que el sorpresivo triunfo de Trump en las elecciones presidenciales de su país marcaran un giro hacia políticas más proteccionistas en Estados Unidos.
Afianzar un acuerdo ayudaría a cimentar el rol de China como líder geopolítico e integraría aún más a la segunda mayor economía del mundo en la región.
“A menos que Estados Unidos mejore su oferta económica, todos los países de esta región serán atraídos económicamente a la órbita de China”, sentenció Kishore Mahbubani, ex diplomático y actual decano de la Escuela de Políticas Públicas Lee Kuan Yew en la Universidad Nacional de Singapur.
“En la medida que China se transforme en el centro de gravedad económico, crecerá su influencia política”, agregó.
La próxima ronda de conversaciones de la RCEP tendrá lugar en la ciudad de Bumi Serpong Damai, cerca de Yakarta, entre el 2 y 10 de diciembre.
A diferencia del TPP, que fue vendido por el presidente estadounidense Barack Obama, el primer ministro japonés Shinzo y otros proponentes como el prototipo de una nueva generación de acuerdos comerciales, la RCEP no trata de imponer estándares más altos en áreas como mano de obra y protección del medioambiente.
El pacto, que cuenta con 16 miembros, nivelaría los aranceles y las reglas que rigen las complicadas cadenas de suministro de la región, al tiempo que mejoraría el acceso al mercado e introduciría mecanismos para resolución de disputas.
Acuerdos rivales
Las conversaciones amalgamarían acuerdos ya descartados entre los diez miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y Australia, China, India, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda.
China es el mayor socio comercial para la mayoría de los participantes, distinción que alcanzó frente a Corea del Sur en el 2003, Japón en el 2005, India en el 2008 y la Asean en el 2009.
Mientras que los partidarios del libre comercio aducen que ambos acuerdos se complementarían en vez de contraponerse entre sí, las conversaciones por la RCEP habían quedado relegadas cuando Obama promovió el TPP como una forma de impedir que China impusiera las reglas de la economía global.
La candidata presidencial demócrata de Trump, Hillary Clinton, también se había opuesto al TPP, pero muchos confiaban que la ex secretaria de Estado lo revisitara en cierta forma si ella ganaba las elecciones.
Trump se comprometió a actuar desde el primer día de su administración, programado para el 20 de enero, y retirar a Estados Unidos del TPP, al que denominó un “potencial desastre para nuestro país”, y agregó que buscaría en cambio establecer acuerdos bilaterales.
Extender la cooperación
Por su parte, Xi reafirmó el compromiso de China con el comercio y señaló que pactos como la RCEP ayudarían a integrar a su país en la economía global.
“Debemos profundizar y expandir la cooperación en nuestra región”, manifestó mientras asistía a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) celebrada el fin de semana pasado en Lima.
Lograr un acuerdo sería un significativo triunfo para China, observó Javant Menon, economista principal para comercio y cooperación regional en el Banco Asiático de Desarrollo. “China sería visto como afianzador del mayor acuerdo en el mundo”.