Shanghai, (Reuters).- China va a acelerar sus reformas de los precios de la energía para estimular la competencia, impulsar el suministro de petróleo y gas y reducir el consumo ineficiente de combustible en un país que hace dos meses se convirtió en el mayor importador neto de crudo del mundo.
China, que ya importa aproximadamente un 60% de su consumo de petróleo, aumentaría su total compras a medio billón de dólares anuales para 2020.
Para impedir más alzas bruscas de los costos de los combustibles, Pekín decidió dar un papel más importante a las fuerzas de mercado para controlar el consumo.
“(Vamos a) promover un mecanismo de precios que está principalmente decidido por el mercado”, dijo un documento publicado el viernes por el Partido Comunista, luego de un cónclave de cuatro días de sus principales líderes.
“Deberíamos ofrecer precios que puedan ser establecidos por las fuerzas del mercado en el mercado (…) (Vamos a) impulsar reformas de precio en sectores que incluyen agua, petróleo, gas natural, energía, transporte y telecomunicaciones”, agregó.
Las reformas a los precios de gas podrían ayudar a China a destrabar el vasto potencial de su gas de esquisto, que se cree que podría ser más grande que las reservas de Estados Unidos, donde el desarrollo de los recursos ha producido una revolución energética.
En China, las importaciones de petróleo, los yacimientos de crudo y gas y la infraestructura básica como los ductos están bajo el control del Estado. Las reformas que darían un papel más destacado al mercado y a firmas no estatales en esas áreas se realizarían con mayor lentitud.
Sin embargo, con el paso del tiempo esos ajustes podrían crear una liga de nuevos actores en un sector celosamente controlado.
“Sin una reforma en los precios de la energía, no habrá inversión en sectores de altos costos que pueden aumentar la oferta para cumplir con la demanda que actualmente es subsidiada”, sostuvo Gordon Kwan, jefe de investigación de petróleo y gas en Nomura Research.