(Reuters).- La actividad del sector manufacturero de China se contrajo en agosto a su mayor ritmo en casi seis años y medio, debido a la debilidad de la demanda doméstica y de las exportaciones, mostró un sondeo privado, lo que aumentó los temores de que la segunda mayor economía mundial se esté desacelerando con fuerza.
La sorpresiva devaluación del yuan de China la semana pasada y el desplome de sus acciones a comienzos del verano boreal han generado temores de que el país corra riesgos de una fuerte frenazo que podría golpear al crecimiento global, produciendo caídas de los mercados financieros.
El ministro de Economía japonés, Akira Amari, dijo hoy que espera que el Gobierno de China tome medidas para evitar que la desaceleración de su economía se convierta en un problema global.
El Índice preliminar de Gerentes de Compra (PMI) del sector manufacturero de China elaborado por Caixin/Markit cayó a 47.1 puntos en agosto, muy por debajo de la estimación promedio de un sondeo de Reuters de 47.7 e inferior a los 47.8 puntos del PMI final de julio.
La cifra fue la más baja desde marzo del 2009, durante la crisis financiera global, y la sexta consecutiva por debajo del nivel de 50 puntos, que separa al crecimiento en la actividad de la contracción según una base mensual.
El PMI preliminar, la primera cifra que se entrega sobre China cada mes, es seguido de cerca por los inversores globales en búsqueda de claves sobre cómo se desempeña la economía.
“La mala cifra confirma lo que datos más frecuentes han estado sugiriendo, que es probable una mayor debilidad de la economía”, dijo el economista Chester Liaw de Forecast Pte Ltd en Singapur.
“Las autoridades sostuvieron que habrá una recuperación de la demanda en la segunda mitad, pero parece que está sucediendo lo contrario. Con el PIB del primer semestre raspando el fondo del barril en un 7%, las autoridades tendrán una dura lucha para garantizar que el PIB del segundo trimestre iguale ese mismo nivel”, agregó.
Los detalles del sondeo sobre actividad mostraron que las condiciones están empeorando en casi todas las mediciones, ya que la producción manufacturera se contrajo a cerca de un mínimo de cuatro años, las órdenes de exportaciones y domésticas cayeron a una tasa mayor que en julio y las empresas despidieron a más trabajadores.
Funcionarios de la Reserva Federal discutieron China, la crisis de deuda de Grecia y el débil estado de la economía global en su última reunión en julio, según las minutas divulgadas esta semana. Pero analistas aún esperan que el banco central de Estados Unidos suba sus tasas de interés más adelante este año.
Crecientes riesgos
Las autoridades chinas han enfrentado problemas para estabilizar al mercado bursátil del país después de que casi colapsó a inicios del verano boreal. Pekín sorprendió a los mercados financieros este mes al devaluar el yuan en casi un 2%.
El banco central dijo que la devaluación del yuan fue una decisión técnica y parte de su proceso de reforma de divisas, pero muchos inversores temen que se permita que la moneda se deprecie más en medio de las presiones para fortalecer las exportaciones, lo que potencialmente podría dar inicio a una guerra global del tipo de cambio.
La pesimista cifra del PMI se conoció luego de que otros datos oficiales mostraron la semana pasada que el crecimiento de la producción industrial, la inversión y las ventas minoristas en China resultaron más bajos que lo esperado en julio.
Los bajos números destruyeron las esperanzas de que la economía finalmente se estuviera estabilizando después de una serie de medidas de apoyo durante el último año, incluidos cuatro recortes a las tasas de interés y un enorme rescate al mercado bursátil.
Analistas han advertido que China tendrá problemas para cumplir su meta de crecimiento económico oficial de un 7% este año si no redobla las políticas de apoyo para combatir un enfriamiento de la actividad.
Algunos economistas creen que los actuales niveles de crecimiento ya están cerca de la mitad del nivel de la meta oficial.
Las nuevas órdenes, un indicador de la demanda local e internacional, cayeron a un mínimo de tres años, mientras que las nuevas órdenes de exportaciones se contrajeron a su peor nivel desde junio del 2013.
La falta de nuevos negocios llevó a la producción industrial a contraerse por cuarto mes consecutivo para alcanzar un mínimo de 46.6, un nivel que no se veía desde noviembre del 2011, frente a los 47.1 puntos de julio.