La expansión que nuestro sector agrícola ha desarrollado en los últimos años, producto de un mejor clima, de tierras más baratas y de un menor costo en la mano de obra, se ha convertido en una preocupación para Chile, quien se ha sentido en desventaja sobre todo por la sequía y el deterioro de los mercados internacionales.

“Tenemos que mirar el desarrollo de la economía de Perú con preocupación pues viene creciendo más que Chile en los últimos ocho años y está demostrando una agresividad y una capacidad de competir bastante atractiva”, señaló el director de la Oficina de Políticas Agrarias (Odepa), Gustavo Rojas para el Diario Financiero de Chile.

Agregó que esta situación ha ocasionado que hayan muchos chilenos que están apostando por venir a producir al Perú, con la tecnología y capacidad empresarial de ese país.

Rojas destacó la producción nacional de la palta y aseguró que su producción exponencial contrasta con la situación que vive Chile debido, principalmente, a factores climáticos (sequías), especialmente en la Región de Valparaíso.

Sin embargo, para Rojas, los resultados no se atribuyen completamente a la escasez de agua, sino que también a la menor exportación por problemas comerciales.

Según ProChile, actualmente Chile es el segundo productor y exportador de Palta Hass después de Perú. Hay mercados como España y América Central, donde el producto peruano se consolidó durante el año pasado.

La uva y el limón son otros de los productos chilenos a los que Rojas atribuye un escenario complejo en el país del sur, frente al panorama peruano, por la baja calidad de exportación, escasez de mano de obra, debilidad en sus principales destinos (EE.UU. y Japón) y condiciones climáticas desfavorables.

Trabajo conjunto
Rojas sostuvo que si bien la fruticultura peruana puede ser vista como una amenaza a la producción chilena, existe una gran oportunidad en el trabajo complementario con nuestro país para ofrecer una mayor oferta a Asia y Europa.

“La fruticultura peruana siempre va a salir 30, 45, 60 días antes que la nuestra. Si lo hacemos bien con la Alianza del Pacífico, podríamos tener un estupendo trabajo conjunto y ofrecer en los mercados asiáticos o europeos, productos de temporada con mayor amplitud de oferta”.

Sin embargo, dijo que si eso no pasa y entramos en una competencia comercial con Perú, “vamos a sufrir duras consecuencias porque va a haber un traslape y con menores rendimientos, complejidad en la ubicación de mercados y de precios (…) si bien lo vemos con preocupación, también lo vemos como una oportunidad”.