Santiago (AFP).- La pesquería de merluza en Chile está en “terapia intensiva”, advirtieron este jueves las autoridades durante el lanzamiento de la veda anual que regirá en setiembre para proteger a la especie en su periodo de mayor reproducción.
Un pescado de gran consumo en Chile, la merluza es una de las especies más expuestas a la sobreexplotación y a la pesca ilegal, dos factores claves en la crítica situación de conservación que afecta a más de la mitad de las especies marinas a nivel global.
“La pesquería de la merluza está en la UTI”, la Unidad de Terapia Intensiva, lanzó el director del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) durante el lanzamiento de la campaña “Paremos el Merluzeo”.
La iniciativa, que acompañará la veda impuesta desde el 1 al 30 de setiembre entre Coquimbo y Biobío (mitad sur de la costa chilena) busca que la ciudadanía se concientice sobre el peligro que corre la especie y no acuda a los puestos de venta ilegal para hacerse del producto durante su veda.
Tres de cada cuatro merluzas comercializadas en Chile provienen de la pesca legal y en lo que va del año las autoridades han capturado del mercado negro unas 100 toneladas de merluza.
Con el programa de pesca responsable, aplicando vedas, cuotas y el combate a la pesca ilegal se espera normalizar la circulación de la especie en gran parte de los más de 4,000 km de costa chilena, un proceso que podría llevar hasta 12 años.
Durante setiembre las merluzas atraviesan su periodo de mayor reproducción.
El fenómeno excede Chile: estudios recientes marcan que la población de animales marinos (mamíferos, aves, reptiles y peces) se han reducido a la mitad desde los años setenta como resultado de la pesca excesiva, la contaminación y los efectos del cambio climático.