El detonante que completaría la crisis económica internacional sería el ajuste fiscal de Estados Unidos y en el Perú se vive un “optimismo desmedido” frente su impacto, advirtió el economista de la Universidad del Pacífico, Carlos Parodi.
Es como si el mundo estuviera en una mano y cada vez el puño se cerrara más: el último apretón vendría del país del norte. Todo es un círculo: Europa en recesión, China en desaceleración y Estados Unidos al borde del abismo. Si este último cae, al Perú sólo le queda “hilar fino” para mermar el impacto, dado el ‘boom’ crediticio que se vive en nuestro país, dijo Parodi.
¿Cuál es el escenario que se vendría con el ‘abismo fiscal’ de EE.UU.?
Cuando en el año 2010, en EE.UU. el Congreso aprobó que se aumente el límite de endeudamiento del Gobierno, eso lo hizo a cambio de que se trabajara el tema de las reformas, porque de lo contrario el 1 de enero del 2013 entraría una suerte de ajuste fiscal automático. Eso es el precipicio o abismo fiscal. Esto supone un aumento de impuestos y una reducción del gasto público. Si es que ese ajuste se da, la situación sería muy complicada para Perú, considerando que exporta más o menos el 18% del total a EE.UU., un porcentaje similar a Europa y otro similar a China. Si ya Europa está en recesión, China está en desaceleración y le sumamos una recesión en EE.UU., el panorama para el Perú sería muy complicado.
¿En cuánto podría reducir el crecimiento del Perú?
Por lo menos dos puntos porcentuales. Si se da este escenario, estaríamos hablando de un crecimiento de entre 3.5% y 4% en el 2013. Ahora, ¿qué relación comercial tiene el Perú con EE.UU.?: básicamente exportamos confecciones, textiles, joyería, calzado, agroindustria, que serían los primeros en sentir el remezón. Y no sería un remezón lento, sino fuerte. Y el efecto indirecto vendría por el hecho de que si EE.UU. se ajusta, China le vendería menos y, por ende, el país asiático compraría menos productos mineros al Perú. Entonces, nuestro país vería afectado directamente el canal no tradicional e indirectamente el canal de exportaciones tradicionales.
¿No tenemos escapatoria ante el impacto de EE.UU.?
Supongamos que se pongan de acuerdo demócratas y republicanos. La única forma que lleguen a un acuerdo es que los demócratas acepten algún tipo de ajuste que no ven por conveniente hacer. Es decir, ajuste habrá de todas maneras en EE.UU. La pregunta es de cuánto y cómo. El peor escenario es que entre el ajuste automático, pero en el otro escenario habrá un ajuste gradual de todas maneras. Entonces, el Perú debe estar preparado para enfrentar una coyuntura económica externa complicada. Lo que ocurre es que dentro de Perú hay una suerte optimismo desmedido respecto a lo que puede ocurrir.
¿El sistema financiero podría resentirse?
Me preocupa un poco por el lado crediticio. El tema es que si tú estás frente a un boom crediticio, eso puede apresurar una crisis. Lo que tenemos ahora es un boom crediticio que se está manifestando principalmente en los precios de los inmuebles y, por otro lado, el uso extensivo de tarjetas de créditos, y varias cosas más. Entonces, estamos viviendo mucho al crédito, y ese mayor consumo es el que, de alguna manera, está sosteniendo el aumento en el PBI de 6.2% de este año. Si uno mira por el lado de los sectores económicos, el sector que más ha crecido es construcción y, por otro lado, es consumo e inversión privada sostenida por préstamos bancarios. Entonces, no es tan difícil darse cuenta que ese cóctel puede ser peligroso para el futuro.
¿La solución vendría por potenciar el comercio en América Latina?
América Latina sería el bastión del mundo. Sería el refugio del mundo en estos momentos. Y eso también tendría que llevarnos a reorientar el comercio exterior dentro mismo de América Latina. Y hay que buscar mercados que no estén al borde de la recesión ni estén sobreendeudados. Ahí hay otros países como el medio oriente: recordemos la cumbre del ASPA que fue tan importante para abrir nuevos mercados. Entonces, hay que buscar nuevos mercados, esa es la señal; hay que diversificar más.