El exministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, dijo que es una “noticia sana” la marcha atrás del Gobierno respecto a la compra de los activos de Repsol.
“Desde el punto de vista de Petroperú, la noticia es absolutamente sana, porque le podía ser conveniente las estaciones de servicio (grifos), pero no así refinería La Pampilla”, manifestó.
Calificó el caso Repsol como un mal cálculo político. “La lógica del tema es que uno primero decide si es valiosa la compra y si es así después se ven las cifras. Lo que yo deduzco es que es un cálculo político mal hecho”.
Argumentó que cualquiera que sea el postor para la compra de La Pampilla deberá considerar una inversión extra para construir una planta de desulfuración de combustibles y algunas ampliaciones de modernización.
“(El postor) se va a encontrar que para seguir aperando acorde a la ley peruana al 2015-2016, tendría que haber hecho la desulfuración con una inversión de alrededor de 1,000 millones de dólares. El tiempo es cortísimo, y creo que no es rentable”, argumentó.
Esta situación podría abrir las puertas a las refinerías de Chile dada su facilidad de comunicación vía marítima con el Perú. Además, éstas sí son capaces de procesar petróleo con el contenido permisible de azufre y necesitan rentabilizar su inversión.
“Desde la óptica de negocios de Chile, podría interesarse en comprar La Pampilla y detenerla para abastecer su mercado interno y venderle al Perú los productos de sus refinerías”, planteó.