La digitalización en América Latina ha contribuido en los últimos cinco años USD 195 millones al PBI regional, equivalente al 4.3% del crecimiento acumulado y ha generado más de 900,000 empleos al año, convirtiéndose en un elemento clave para mitigar la actual desaceleración económica.
De acuerdo con el Índice TIC de CAF – Banco de desarrollo de América Latina –, entidad que financia diversos proyectos de digitalización en la región, la brecha digital es del 50%, por lo que la mitad de los latinoamericanos no tiene acceso alguno a la red; apenas 10% de las conexiones son accesos de banda ancha fija y 41% de los accesos inalámbricos son de banda ancha móvil.
El informe “El Ecosistema y la Economía Digital en América Latina” – realizado por CAF conjuntamente con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (cet.la) y la Fundación Telefónica – revela que aunque la digitalización avanza rápidamente en la región, todavía persisten desafíos significativos como el desarrollo de contenidos locales, de aplicaciones para el sector productivo y la promoción de la confianza y seguridad de las redes.
Este estudio, presentado en Lima con la participación del viceministro de Comunicaciones, Francisco Coronado- precisa que solo un aumento de cinco puntos en el índice de digitalización llevaría a un incremento de más del 17% en el índice de innovación de la región.
Al exponer detalles del documento, Raúl Katz, profesor adjunto de estrategia de negocios para empresas de tecnología en el Columbia Business School y coordinador del informe, precisó que los desafíos para acelerar el desarrollo de un ecosistema digital local en América Latina se centran en adoptar nuevas prácticas en la innovación pública para el desarrollo de nuevos negocios.
“Así como el resolver las ineficiencias de la incubación privada, identificar las áreas de enfoque en el desarrollo de productos y servicios para alcanzar masa crítica, y resolver los fallos de coordinación en la inversión pública”, mencionó.
De igual manera, es necesario generar estímulos para el aumento de la inversión del capital de riesgo, promover la inversión de los bancos de desarrollo, resolver las brechas de capital humano, desarrollar una política industrial integrada para el desarrollo de industrias digitales, y resolver la fragmentación de instituciones encargadas de elaborar políticas públicas.
Por su parte Mauricio Agudelo, especialista en TIC y Telecomunicaciones de CAF, sostuvo que la experiencia de varios países de la región evidencia cuánto ha avanzado el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en América Latina, y cuánto queda por recorrer para lograr optimizar la relación entre el acceso a internet y la generación de riqueza e inclusión social.
“La reducción de la brecha digital puede lograrse mediante esfuerzos públicos y privados. Para ello, deben abordarse las ineficiencias estructurales en el ecosistema a través de mejores prácticas públicas y un mejor desarrollo institucional. Para cerrar esa brecha digital al año 2020 se requieren USD 143.000 millones adicionales, monto que solo vendrá si hay un marco institucional que promueva inversión, competencia y disminuya la incertidumbre de las empresas”, subrayó Agudelo.
Según el estudio, a nivel empresarial la penetración es mucho mayor, ya que la adopción de computación, internet, y correo electrónico en el sector manufacturero del continente ha alcanzado niveles que superan el 70%. No obstante, en lo que respecta a la cadena de aprovisionamiento y los canales de distribución, las industrias todavía tienen que superar algunos obstáculos para avanzar en su digitalización.
A nivel comparativo, el porcentaje de establecimientos manufactureros en Suecia que interactúan con el gobierno mediante internet alcanzó el 88,8% en el año 2009 (versus un promedio de 45,7% para América Latina), el porcentaje de los que adquirieron bienes por vía electrónica en Alemania fue de 48% en el año 2007 (versus 41,7% en América Latina), mientras que 44,3% de los establecimientos en el Reino Unido recibieron órdenes de compra por el mismo medio en el año 2008 (versus 32,42% en América Latina).
“Este es un mercado que contribuye de forma importante al PBI de las economías. Expertos del sector lo catalogan como un sector transversal que contribuye de forma indirecta a otros sectores colaterales como: turismo, servicios financieros, minería y agricultura. Bajo el actual contexto de desaceleración que viene experimentando Latinoamérica, una mayor presencia de este sector en la economía mejora la productividad y acelera las tasas de crecimiento de los países”, precisó Agudelo.
Con esto en mente, algunos gobiernos de la región han puesto en marcha iniciativas como el programa ‘Startup Chile’ un proyecto que busca atraer emprendimientos en su fase inicial con el objetivo de que utilicen al país como una plataforma para salir al mundo. Asimismo, el desarrollo de un distrito tecnológico en la ciudad colombiana de Medellín que apunta a atraer empresas vinculadas con la ciencia y la tecnología, especialmente en los sectores de salud, energía y TIC.
A esto se suma la creciente penetración de la telefonía móvil, que facilita cada vez más la conectividad de los latinoamericanos.
Más allá del análisis de información, y el desarrollo de modelos cuantitativos, las recomendaciones plasmadas en la publicación –basadas en talleres de trabajo realizados en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, con más de 180 líderes de opinión del mundo académico, gubernamental, de emprendedores, empresas de telecomunicaciones y operadores– buscan estimular la definición de políticas públicas para el desarrollo del ecosistema digital latinoamericano.