El consumo de bebidas alcohólicas adulteradas puede ocasionarle problemas en la salud que van desde la pérdida de la vista hasta la muerte, señaló Lourdes Chavarría, ejecutiva de Euromotor Internacional.
Según el Estudio sobre Mercado de Bebidas Alcohólicas ilegales en el Perú, una de cada tres botellas que se consumen en nuestro país es ilegal; en tanto que el consumo en la región es de una botella por cada cuatro.
“El consumo per cápita anual de alcohol ilegal en litros en el Perú es de 1.4, similar al de Ecuador y se ubica por encima de otros cuatro países de la región”, indicó.
Por el lado económico, el estudio muestra que en el 2014 las pérdidas para la industria de bebidas alcohólicas alcanzó los US$ 600 millones; mientras que la pérdida fiscal llegó a los US$ 88 millones.
No obstante, el Perú ha reducido levemente su consumo de bebidas informales. “El año pasado (2013) la tasa era de 30.6%, ahora es de un 27.8%. Sin embargo, sigue siendo el más alto de los seis países de la región. Es un problema que involucra a los consumidores, industria formal y Estado”, precisó Chavarría.
Asimismo, manifestó que la problemática tanto en la región como en el Perú, reside en la falsificación y adulteración de bebidas alcohólicas. Y es que estas bebidas tienen un precio de hasta 30% menor respecto a una formal.
Otro dato que revela es estudio es que si las bebidas adulteradas (52.9%) se formalizaran, representarían un 79% de la pérdida fiscal. “Si lo vemos desde el Gobierno y se ataca el problema de falsificación se puede recuperar un 80% de la pérdida fiscal”, sostuvo.
Pedro Olaechea, representante de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) explicó que cada vez que los impuestos para las bebidas alcohólicas se incrementa, las “situación” empeora.
“Con impuestos mal diseñados aumenta la corrupción. Tenemos que rediseñar el sistema. El alcohol recauda más que el galosina. ¿y cuánto es la externalidad? US$ 150 millones y se cobra casi US$ 900 millones. Hay un problema definición”, detalló.
Posibles soluciones
Para la SNI, debe revisarse el marco legal existente para que las políticas o medidas establezcan y/o hagan efectivas las sanciones a los comerciantes ilegales, así como una mayor fiscalización para el cumplimiento de la Ley.
Otra alternativa de solución es la implementación de mecanismos efectivos para el control del etanol; y el desarrollo de campañas de educación al consumidor, en las que se le informe sobre los efectos del consumo de este tipo de bebidas.
En tanto, para Euromonitor International, se deben implementar mecanismos efectivos para el control al etanol. Para ello, la desnaturalización es necesaria para evitar el flujo ilegal, tanto en comercio interno como en las importaciones, lo que se facilita con el control de desnaturalización en origen ante aduanas.
Asimismo, debe de existir un registro detallado de importadores, productores, distribuidores y compradores de etanol (con volúmenes y usos finales).