Se calcula que por cada pila que se desecha en los ríos se estropea alrededor de 20 metros cúbicos de agua potable, por lo que debemos hacer un trabajo para que la población valore y entienda el uso del agua, señaló Guillermo Fajardo, Gerente Regional de Responsabilidad Social de Duke Energy.
“Si evitamos que se tiren pilas a los cursos de agua, vamos a lograr que haya mayor cantidad de agua disponible, de buena calidad y en cantidades suficientes”, indicó a Gestion.pe.
Mencionó que eso motivó a Duke Energy a implementar programas de responsabilidad social que permitan complementar el esfuerzo que hace la empresa para reducir su consumo de agua en sus operaciones de generación eléctrica.
“En paralelo a mejorar el consumo del agua en nuestras plantas también hacemos trabajo alrededor de las plantas para que la población valore y entienda el uso del agua, cosas como lavado de mano sin tener el caño abierto o un programa de lámparas solares para que la población no use las pilas de linternas”, dijo.
El ejecutivo refirió que en el Perú no es un problema la falta de agua sino la disponibilidad y el buen uso del recurso hídrico.
“Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), en la costa del Perú donde vive casi el 70% de la población y tenemos el 80% del Producto Bruto Interno (PBI), solamente disponemos del 2% del agua, entonces debemos tener mayor eficiencia en el uso de ella”, mencionó.
Asimismo, manifestó que uno de los problemas a resolver en el Perú es la perdida de agua en las plantas de tratamiento de agua potables, las cuales pierden entre 30% y 40% del recurso, cantidad que no llega al destino final.
“Entonces si analizamos el contexto total del tema del agua, vemos que hay muchas oportunidades a nivel nacional y también a nivel de las empresas”, declaró.
En ese sentido, puntualizó que Duke Energy decidió unirse al programa de medición de la Huella Hídrica, que es el volumen total de agua dulce usado para producir un bien o un servicio, que impulsa la Embajada de Suiza en el Perú, siendo el segundo país que se une a esta iniciativa en Latinoamérica.
“Nos unimos porque entendemos que la sostenibilidad de una empresa no solo se mide por los resultados económicos sino también por el cuidado del medio ambiente y por el impacto que causa en el desarrollo de las comunidades que están en el entorno de sus operaciones”, comentó.
Precisó que Duke Energy logró medir la huella hídrica de una de sus plantas de generación eléctrica al sur de Lima y tuvo como resultado un consumo de 0.15 litros de agua por kilovatio/hora producido, lo cual está por debajo de lo obtenido en países desarrollados.
“Por ejemplo, en Alemania el consumo de agua por la misma unidad de medida de energía es de 0.78 litros y en Luxemburgo es de 1.38 litros, quiere decir que estamos por debajo de esos promedios”, anotó.
Sin embargo, subrayó que si bien es importante medir la huella hídrica también se deben procurar tomar acciones para hacer más eficiente el uso del agua, ya que siempre hay oportunidades de mejorar ese consumo.
“Estamos midiendo (la huella hídricar) en una segunda planta en la zona de la Aguaytía, en la región Ucayali, y esperamos que nos vaya a arrojar una cantidad similar y después de eso vamos a hacer el análisis para ver dónde encontramos las oportunidades de mejora”, aseveró.