El Perú está preparado para afrontar una crisis económica. Ese es el discurso que el Gobierno profiere sobre una eventual desaceleración de la actividad productiva, pero para el investigador de la Universidad del Pacífico, Bruno Seminario, eso es hablar a medias tintas: asegura que el Perú está preparado solo para pequeñas recesiones, pero no para una depresión económica.
Seminario analizó los ciclos económicos del país en el periodo 1700-2010, la estadística económica más extensa de la historia peruana, publicada en el libro “Cuando despertemos en el 2062: visiones del Perú en 50 años” de la Universidad del Pacífico.
En esa trayectoria del PBI, concluyó que el Perú es un país subdesarrollado porque no ha sabido administrar los riesgos a lo largo de su historia. En otras palabras, las depresiones económicas han borrado los logros de las épocas de expansión (Lea: el próximo colapso podría ocurrir en el 2028).
Para él, los niveles récord de las Reservas Internacionales Netas (US$ 68,400 millones) y el Fondo de Estabilización Fiscal (US$ 7,169 millones) no sirven de mucho en una visión de desarrollo de largo plazo.
“Eso funciona con recesiones poco intensas, de caídas de 1% ó 2%, ciclos de corto plazo. Eso no nos preocupa, porque está solucionado. Yo estoy hablando de una depresión, de un efecto de largo plazo. El problema es el timing: si la economía cae 9%, eso se demora en recuperar unos diez años. Los impuestos del Estado y las reservas no van a alcanzar. Con una caída de entre 10% y 25% en los términos de intercambio, en dos años ya te quedaste sin reservas. ¿Y si en ese tiempo no se arregló?”, opinó.
Si el Perú insiste en ‘blindarse’ en base a este modelo, Seminario explicó que casi todo el crecimiento económico tendría que destinarse básicamente a ahorrar, algo que no tiene sentido. “Tendríamos que tener un buffer stock enorme. Para que alcance, se tendría que ahorrar entre el 80% y 90% de los ingresos fiscales”, calculó.
Visión estructural
Lo que realmente se debe hacer -planteó Seminario- es diversificar la economía y potenciar un sector económico capaz de compensar una caída abrupta de la minería, y ese podría ser el sector turismo. (Lea la entrevista sobre la propuesta).
Explicó que el ciclo económico del Perú dura aproximadamente unos 52 años (35 de crecimiento y 17 de contracción) y que las etapas de expansión son comparables con las de un país europeo, con la diferencia de que las depresiones económicas nos vuelven al inicio.
“El crecimiento va a reducir la pobreza, porque sube el ingreso PBI per capita, pero cuando llegue la crisis la va a volver a aumentar. Digamos que se reduce a 25% y después vuelve a subir a 50%. Si no hubiéramos tenido estas fuertes caídas, hace tiempo tendríamos un PBI per capita como Inglaterra o España. Es que la gente piensa que seguirá creciendo siempre. No se preguntan qué puede pasar si las cosas cambian radicalmente”.
Seminario exhortó al Gobierno a desarrollar una visión a largo plazo. “El Estado solo tiene -si es que es así- políticas a tres o cuatro años. Para evitar una depresión económica necesitas políticas de 15 a 20 años. No hay instituciones que hagan ese trabajo. Es una falla institucional. Si logramos desarrollar esas instituciones, esas cosas no se van a dar”.