(Reuters) .-Representantes de la industria papelera y de la pulpa en Brasil le pidieron al gobierno interino que considere levantar las restricciones para que los extranjeros puedan comprar tierras, una decisión que, según dicen, liberaría 19.000 millones de dólares en inversión y ayudaría a revivir la economía.
El Gobierno de la suspendida mandataria Dilma Rousseff bloqueó nuevos acuerdos hace cinco años, por preocupaciones de que China y otras naciones emergentes pudieran comprar tierras fértiles para asegurar su producción de alimentos.
“De acuerdo a la última evaluación que hemos realizado, las empresas tienen 19.000 millones de dólares listos para ser invertidos para plantar árboles”, dijo Elizabeth de Carvalhaes, presidenta de Ibá, la asociación que representa a la industria maderera y de la pulpa en Brasil.
El gigante sudamericano tiene al mayor exportador de pulpa por volumen, Fibria, y disfruta de fuertes ventajas competitivas frente a otros productores.
Sus árboles de eucaliptos tardan en promedio la mitad de tiempo en crecer que los de Europa o China, lo que los hace los preferidos de la industria global. Hay al menos 15 compañías internacionales que conforman Ibá que quieren expandir las zonas de plantación si tuvieran la oportunidad.
La ley prohíbe el uso de fondos extranjeros para comprar tierras de agricultura en Brasil, ya sean individuos o empresas controladas por grupos foráneos.