(Reuters) Brasil liberará 83,000 millones de reales (US$ 20,400 millones) en nuevos créditos de bancos estatales para agricultores, constructores y otras empresas en dificultades en una economía que se contrae, retomando una política de estímulo que mayormente había desechado el año pasado.
El ministro de Hacienda, Nelson Barbosa, informó los detalles de los nuevos créditos que buscan ayudar a las empresas a sortear la recesión que se espera que sea la peor en un siglo.
La última serie de estímulos económicos ha suscitado el temor entre los inversores a que la presidenta Dilma Rousseff vuelva a la política fiscal laxa de su primer mandato, que deterioró las cuentas públicas del país y le costó el grado de inversión.
Rousseff ha dicho que más crédito de los bancos estatales no perjudicará los esfuerzos para recortar el gasto del Gobierno y reducir una inflación que el año pasado superó el 10%.
El Gobierno planea recurrir al menos a 32,000 millones de reales (US$ 7,861 millones) del fondo de pensiones de los trabajadores conocido como FGTS, de los que 10,000 millones (US$ 2,457 millones) de reales irían a vivienda y otros 22,000 millones de reales a proyectos de infraestructura, según la presentación de Barbosa.
El plan incluye 15,000 millones de reales (US$ 3,685 millones) de financiamiento para bienes de capital, 10,000 millones (de crédito agrícola y 5,000 millones de financiamiento para capital de trabajo.