Jorge Picón, abogado tributarista de Picon & Asociados, explicó que el aumento en la tasa de depreciación acelerada de 5% a 20% al 2016 sólo afectaría al mercado de oficinas y centros comerciales, y no al sector vivienda como es la intención del Gobierno.
Manifestó que esta medida ayudaría a impulsar al sector construcción pero desde el lado empresarial, sin embargo esta no ayudaría a que las personas tengan un acceso rápido y barato a viviendas como mencionó el mandatario en su discurso presidencial.
En el caso de inmobiliarias tampoco se vería afectado de forma significativa debido a que el stock de edificios que presentan tales empresas no son considerados activos fijos, sino existencias -o mercadería-.
Cabe decir que en el anterior gobierno se aplicó un régimen parecido de depreciación para edificios y construcciones.