Bloomberg.- Los estadounidenses están más preocupados por la jubilación, y ahora reciben menos ayuda que antes para ahorrar para esa etapa de la vida.
Los empleadores redujeron sus contribuciones al retiro de los trabajadores en un cuarto entre 2001 y 2015, según un nuevo informe de la consultora Willis Towers Watson.
El mayor motor: la disminución de las pensiones tradicionales de prestaciones definidas, reemplazadas por planes más exiguos, al estilo de los 401(k), de contribución definida.
Los beneficios de jubilación --incluidas las contribuciones de los empleadores a las pensiones, los planes 401(k) y los beneficios de atención de la salud para jubilados-- disminuyeron del 9.1% del salario de los trabajadores en 2001 al 6.8% en 2015.
El gasto en pensiones tradicionales cayó un 76%, a menos del 1% de la paga del trabajador. Los beneficios médicos para los trabajadores jubilados se hicieron cada vez más escasos, pasando del 1.2% de la remuneración laboral a solo el 0.2%.
La buena noticia es que muchas empresas, al cerrar o congelar los planes de pensiones, han mejorado sus contribuciones equivalentes 401(k). Algunos grandes empleadores, deseosos de contratar a los mejores candidatos en áreas tan solicitadas como la tecnología, han impulsado los beneficios, como informó el Wall Street Journal el lunes.
Un ejecutivo de Microsoft Corp., a cargo de los beneficios, le dijo al diario que la última y generosa contribución equivalente de los empleadores de la compañía había resultado tan popular que había sobrepasado su presupuesto.
Ingreso vitalicio
Pero las más altas contribuciones equivalentes de los planes 401(k) no compensan la pérdida de otros beneficios de jubilación en general, e incluso los planes 401(k) más generosos carecen generalmente del mejor argumento de venta tradicional de esa pensión: un ingreso garantizado vitalicio.
En el marco de un plan 401(k), es tarea de los trabajadores individuales averiguar cuánto deben ahorrar y cómo hacer que el dinero dure, una vez que se hayan jubilado.
Mientras los planes de jubilación se volvían menos generosos, el gasto en seguro médico de los trabajadores se disparaba, dijo Willis Towers Watson. Para mantenerse al día con el aumento del coste de la atención de la salud en Estados Unidos, los empleadores duplicaron su gasto en seguro médico como porcentaje de la paga de los empleados, de 5.7% en 2001 a 11.5% en 2015.
En 2001, la jubilación constituyó la mayor parte del coste de proporcionar beneficios a los empleados, estimó Willis Towers Watson. Pero su cuota ha disminuido constantemente. Para 2015, la atención de la salud de los empleados llegó al 63% de todo el gasto en beneficios.
Los trabajadores no necesariamente obtienen mucho de ese gasto extra en salud. De hecho, otros estudios han demostrado que la contribución de los trabajadores al cuidado de su propia salud, en forma de deducibles y copagos, también ha aumentado.
Desafortunadamente, el aumento del coste de la atención médica está golpeando a los estadounidenses doblemente. Mientras están trabajando, los costes de salud disminuyen su capacidad –y la de sus empleadores- de ahorrar para la jubilación. Después de esta, a menos que las tendencias actuales cambien, se enfrentan a la perspectiva desalentadora de facturas médicas cada vez más altas.
El resultado es el pesimismo sobre la jubilación. Las estadísticas del Departamento de Trabajo muestran que cada vez más estadounidenses trabajan pasados los 65 años e incluso los 70.
En una encuesta de Willis Towers Watson entre más de 4,700 trabajadores a tiempo completo, el 76% estuvo de acuerdo en que “mi generación probablemente estará mucho peor cuando se jubile que la de mis padres “. Más de una cuarta parte de los trabajadores de 55 años o más dijo que “se sienten atrapados” en su empleo y se retirarían si pudieran.