(Bloomberg) La inflación en la zona euro llegó a 0.2% en febrero, sumando más presión sobre los funcionarios del Banco Central Europeo antes de la reunión sobre política monetaria que tendrá lugar la semana que viene.
Si bien el componente más importante de la caída de precios en la zona de la moneda común sigue siendo la energía, al BCE le preocupan cada vez más los “efectos de segunda vuelta” y la perspectiva de que el desplome de los precios del petróleo lleve a la zona euro a la deflación.
Este es el tema que trata Frederik Ducrozet, economista sénior de Pictet Wealth Management, en una nota enviada a los clientes el jueves en la que delinea los dos problemas que debe abordar el BCE en su reunión de marzo.
Preservar el canal de crédito
Si bien las cosas han mejorado en el último par de años para los préstamos bancarios en la zona euro, Ducrozet advierte que el BCE debería “tomar muy en serio la amenaza de posibles trabas en el canal de transmisión del crédito” en cualquier medida nueva de política que anuncie para hacer frente a la inflación –como las tasas de interés negativas–. Si el entorno externo sigue siendo difícil, el BCE debería evitar hacer todo lo que aumente la presión sobre el sector bancario.
Abordar la dinámica de la inflación
Ducrozet señala que la tendencia más preocupante de las cifras de inflación de febrero no es la baja de la inflación general impulsada por el petróleo sino la caída inesperada de la inflación subyacente a 0,7 por ciento. Como los datos de las encuestas indican que la dinámica deflacionaria se ha intensificado y los recientes índices de gerentes de compra muestran que las fábricas de la zona euro rebajaron los precios al ritmo más veloz en casi tres años, advierte que, si bien los riesgos de una espiral deflacionaria son bajos, “es un riesgo que el BCE no puede pasar por alto en el contexto actual”.
En términos generales, Ducrozet no prevé que se vaya a hacer realidad la peor de las hipótesis pero sí espera que el BCE actúe de manera preventiva. Pronostica que el banco central anunciará una nueva rebaja de tasas de 10 puntos básicos, lo que llevará la tasa para depósitos a menos 0,4 por ciento y un aumento de las compras de activos de 20.000 millones de euros por mes para llevar el ritmo a 80.000 millones de euros mensuales. Eso bastará para impulsar la inflación sin perjudicar la rentabilidad de los bancos.
El BCE tiene previsto anunciar sus últimas medidas en materia de políticas el jueves 10 de marzo.
Autor: Lorcan Roche Kelly