El BBVA Research valoró como positivas las medidas anunciadas por el Gobierno el pasado 28 de julio, pero consideró importante seguir impulsando aquellas que buscan elevar la productividad y la competitividad, es decir, el crecimiento potencial de la economía peruana.
En ese sentido, “es necesario mejorar aún más el entorno para hacer empresa, evitando la duplicidad de trámites y reduciendo la demora de los mismos y sus costos”.
Para ello -agregó- será necesario continuar trabajando en conjunto con el sector privado para identificar y levantar (o evitar que se implementen) barreras que inhiban la inversión.
La entidad considera necesario también favorecer una mayor flexibilidad del mercado laboral, facilitar el acceso a mercados (tanto internos como externos, de manera que en este último caso se aprovechen mejor los tratados de libre comercio), favorecer la innovación de productos y procesos en las empresas, y acelerar el trabajo en infraestructura y capital humano.
Además, “es necesario lograr que la formalización sea atractiva, pues de lo contrario las empresas no alcanzarán su máximo potencial y la carga tributaria recae solo sobre unos pocos, lo que perjudica su competitividad”.
Sin embargo, informó que las medidas se orientan tanto al corto plazo, actuando de manera contracíclica en un contexto en el que la economía peruana se ha desacelerado, y al mediano plazo, favoreciendo la productividad y la competitividad para apuntalar el crecimiento potencial del producto.
En tanto, el costo fiscal de las medidas implicará que el resultado de las cuentas públicas sea solo levemente superavitario en 2014 y que en adelante se registren déficit moderados, a pesar de lo cual la deuda pública bruta seguirá descendiendo suavemente en los próximos años.
En los últimos meses la economía peruana se ha desacelerado. Así, “luego de crecer cerca de 7% interanual en el cuarto trimestre del año pasado y poco menos de 5% a principios de 2014, en abril y mayo el ritmo de expansión disminuyó hasta alrededor de 2%”.
El crecimiento del PIB en junio probablemente se haya situado algo por debajo de ese nivel. En este contexto, el optimismo empresarial se ha debilitado.
Entre las medidas anunciadas el 28 de julio, la entidad destaca las siguientes:
Medidas contracíclicas que estimulan la demanda privada y pública en el corto plazo:
Elevan el poder adquisitivo de las familias. Se adelantará el incremento remunerativo ya previsto para el personal de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, se darán aumentos a los profesores contratados (sector Educación), y se incrementarán las pensiones de viudas y jubilados.
Facilitan la adquisición de vivienda social. Se ampliará en S/. 500 millones el fondo destinado al financiamiento del Bono Familiar Habitacional y del Bono del Buen Pagador.
Aumentan el gasto público en bienes y servicios. Se realizará compras de kits educativos, calzado y cocinas a las Mipymes.
Estas medidas se encuentran recogidas en el decreto de urgencia DU N° 002-2014, por lo que ya se han empezado a ejecutar, y su costo asciende a S/. 1,500 millones (0.3% del PIB).
Sumadas a las que fueron aprobadas hace pocas semanas, como por ejemplo el gasto en labores de prevención del Fenómeno de El Niño (0.5% del PBI) o el pago de un aguinaldo extraordinario para los servidores públicos y el mantenimiento de infraestructura en los sectores Educación y Salud (0.4% del PBI), las medidas que ha venido anunciando el Estado implican hasta ahora un mayor gasto público que equivale a algo más de un punto porcentual del producto.
Medidas que favorecen la productividad y la competitividad:
Mayor gasto en el sector Educación. Priorizará la infraestructura, la revalorización de la carrera docente, y la mejora de la calidad del aprendizaje.
En ese sentido, se incrementará el presupuesto de Educación en 2015 en S/. 4 mil millones, lo que equivale a medio punto porcentual del producto, de manera que los recursos totales que se destinan a este sector se elevarán hasta 3.5% del PIB.
Mayor gasto en el sector Salud. Se ejecutará un programa de inversión en infraestructura y equipamiento que ascenderá a S/. 8,400 millones hasta 2016.
Ampliación de los programas sociales. Se extenderán siguiendo criterios de focalización. Además, se ampliará la cobertura del SIS a todos los escolares de inicial y primaria en el ámbito del programa Qali Warma.
Mayores concesiones en infraestructura. Hasta el 2016 se espera entregar en concesión la Línea 3 del Metro de Lima. Además, se adjudicará el tercer grupo de aeropuertos (Jauja, Huánuco y Jaén) y el proyecto de Hidrovías Amazónicas.
Ampliación del esquema de inversión de obras por impuestos a sectores de educación, salud y orden público.
Fortalecimiento de la seguridad ciudadana. En lo que resta del año se incorporarán 30,000 personas al servicio policial. Además, se reforzará la coordinación entre las entidades del Estado para identificar y prevenir las amenazas a la seguridad ciudadana.
Extensión del plazo del Régimen de Reintegro Tributario del IGV para los grandes proyectos de inversión. Se mejorará el proceso de descentralización, incluyendo aquí una propuesta para modificar la distribución y uso del canon minero.
Modernización de las empresas eléctricas del Estado con una apertura de un 20% de capital privado.
Implementación del Plan Nacional de Diversificación Productiva. Favorecerá la ampliación de la canasta exportadora, se simplificará los trámites con el Estado y se impulsará la productividad.
En general, las medidas anunciadas en el discurso presidencial, y las que se han venido dando en las últimas semanas, están correctamente orientadas. No solo buscan darle un soporte a la actividad en el corto plazo, moderando el ajuste cíclico del producto en lo que resta del año, sino que también apuntalan el crecimiento potencial de la economía peruana.
Los mayores desafíos que tiene Perú para sostener un importante ritmo de expansión en el mediano y largo plazo, como por ejemplo incrementar el capital físico y humano, son precisamente algunos en los que las medidas se centran.
Además, el incremento que se dará en el gasto público corriente es en buena parte un adelanto de lo que ya se tenía previsto aumentar, por lo que el impacto sobre las cuentas fiscales será en ese sentido solo transitorio.
Prevemos así que el resultado fiscal será levemente superavitario en 2014 y que los próximos años sera levemente deficitario, de manera que el saldo de la deuda pública bruta seguirá descendiendo suavemente en adelante.
El impulso fiscal que resulta del conjunto de medidas que se han venido anunciando complementa el estímulo que se viene dando por el lado monetario, en donde el Banco Central rebajó en julio la tasa de política en 25 puntos básicos.
Probablemente hará un recorte más en agosto, considerando que el producto sigue débil y que la inflación continúa descendiendo. Nuestras previsiones apuntan a que la actividad mostrará una mejora en en el segundo semestre y que será más clara aún en 2015.