Ana Revenga, directora sénior del Banco Mundial está en Lima para presentar el informe regional del Banco Mundial titulado “Retos de la Pobreza Crónica en América Latina y el Caribe” y brindó un análisis de lo que se debe hacer para seguir reduciendo los índices de pobreza en el Perú.

¿El crecimiento por sí solo no ayuda a reducir la pobreza?
El informe dice que el crecimiento por sí solo no es suficiente porque esta población con pobreza crónica se enfrenta a limitaciones múltiples que muchas veces se refuerzan entre sí.

¿A qué se refiere?
Tiene bajas dotaciones, menor acceso al mercado laboral, a empleo productivo, tiene además características demográficas y geográficas que la ponen en dificultades.

Entonces, ¿tampoco los programas sociales como complemento garantizan la reducción de la pobreza?
Lo que la evidencia de otros países sugiere es que el eje principal para rebajar la pobreza, y de manera sostenible, es la mejora del ingreso laboral, y este tiene dos componentes.

¿Cuáles son?
Uno es el caso de poco acceso al mercado laboral, fomentar ese acceso o un empleo de mejor calidad, sobre todo apoyar el aumento de las remuneraciones. Pero eso no se hace por decreto, se hace apoyando la productividad de los propios individuos y la productividad del entorno.

¿Qué rol juega la educación en esa tarea?
Exige trabajar al mismo tiempo en aumentar la capacidad productiva de individuos de baja educación a través de mejorar la calidad y la inclusión en educación.