(Reuters).- La economía de Latinoamérica en su conjunto crecerá solo un 0.8% este año y podría seguir muy lenta en el futuro a menos que la región adopte ambiciosas reformas estructurales, dijo hoy el Banco Mundial.
El funcionario del organismo, Augusto de la Torre, dijo en una presentación sobre las perspectivas económicas de la región que Latinoamérica tendrá que adaptarse a una “nueva normalidad”, ahora que China crece a un ritmo moderado y los precios de las materias primas se estabilizan en niveles más bajos.
“La evidencia apunta a que los golpes externos que emanan de la desaceleración china y los cambios en los términos de intercambio son permanentes”, dijo De la Torre, de acuerdo con un comunicado de prensa divulgado en el marco de las reuniones de primavera del Banco Mundial y el FMI en Washington.
“A falta de reformas estructurales a favor del crecimiento, esta situación apunta a una desaceleración también permanente en el crecimiento económico de la región, con tasas que serían insuficientes para promover cualquier tipo de avance social significativo”, agregó.
El economista indicó que Latinoamérica sigue mostrando una realidad diversa, con los países exportadores de materias primas de América del Sur creciendo a un ritmo mucho más bajo que los importadores de materias primas de América Central y el Caribe.
En el primer grupo están Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Colombia y Ecuador, en distintos grados. En el segundo, mencionó a Panamá, Nicaragua y República Dominicana. “México, que se beneficia de la recuperación de Estados Unidos, también crecerá por encima del promedio regional este año”, dijo.
Estimular el ahorro
Según el Banco Mundial, América Latina se desaceleró más que todas las demás regiones emergentes. “Esto refleja la amplificación de los efectos de una disminución inusualmente fuerte de la inversión en los países exportadores de materias primas de la región”, señaló.
Ante el entorno externo menos favorable, la región enfrenta una amplia gama de respuestas para estimular sus economías, según el reporte. “Los importadores de materias primas tendrán el camino allanado gracias al precio más bajo de las materias primas y la recuperación de Estados Unidos”, sostuvo.
Pero añadió que “los exportadores de materias primas con escasa flexibilidad en el tipo de cambio probablemente se enfrenten a una situación mucho más complicada, dado que la transición hacia la ‘nueva normalidad’ dependerá de una reducción significativa del gasto agregado”.
“Queda claro que la adopción de políticas de estímulo al ahorro será importante para fortalecer las bases del crecimiento y la estabilidad económica. Nada de esto es fácil y tomará tiempo”, dijo De la Torre. Según el banco, la tasa de ahorro de Latinoamérica es unos diez puntos porcentuales menor a la de Asia.
De acuerdo al informe, una tasa de ahorro más elevada generaría mayor espacio tanto para las políticas monetarias como las fiscales. Además, dijo que existe mayor evidencia de que el ahorro puede fomentar el crecimiento al apuntalar un tipo de cambio más débil y reducir la dependencia en el ahorro externo.