Londres (AFP).- El Banco de Inglaterra (BoE) subió hoy sus previsiones de crecimiento económico e inflación estimando que la economía británica se mostraba resistente a la incertidumbre que genera el Brexit, por lo que mantuvo sin cambios su política monetaria.
El Comité de Política Monetaria del banco central británico, que terminó su reunión el 2 de noviembre, decidió, como se esperaba, por unanimidad dejar sin cambios su tasa directriz, que ya redujo en agosto para apuntalar su economía en la tormenta del Brexit, en 0.25%, un nivel históricamente bajo.
En agosto, los miembros del comité estimaban necesaria una nueva reducción de la principal tasa del banco antes de fines del 2016.
Pero esta previsión “expiró” ya que, desde entonces, “los indicadores sobre las perspectivas de crecimiento a corto plazo fueron mejores que lo esperado”, señaló el jueves la institución, lo que significa que renuncia de momento a mover sus tasas.
El BoE se muestra más optimista sobre la economía aumentando su previsión de crecimiento para el 2016 de 2% a 2.2% y para el 2017 de 0.8% a 1.4%, según la actualización de su informe trimestral sobre las perspectivas de la economía británica publicado al mismo tiempo que su decisión de política monetaria.
El pronóstico de expansión del PBI para el 2017 está por debajo de lo que preveía el banco central en mayo, antes del voto sobre el Brexit. Entonces vaticinaba un crecimiento de 2.2% el año que viene.
Además, el BoE rebajó nuevamente su previsión de crecimiento en el 2018, de 1.7% a 1.5%. En mayo adelantaba un crecimiento ese año de 2.2%.
Para el banco, estos cambios se deben a la “incertidumbre sobre los futuros acuerdos comerciales, y del riesgo de que el acceso de las empresas establecidas en el Reino Unidos a los mercados de la Unión Europea se vean considerablemente reducidos”, lo que restringiría la actividad durante un “periodo prolongado”.
En este contexto, la institución vaticina una leve alza del desempleo, que debería alcanzar el 5.5% a mediados del 2018 y mantenerse a ese nivel en el 2019.
Por otra parte, la caída de la libra “tendrá un impacto más que significativo en la trayectoria de la inflación”, declaró en conferencia de prensa el gobernador del BoE Marck Carney.
El banco central baraja un aumento de la inflación para fin de 2017. “En gran parte por la depreciación de libra esterlina”, el BoE revisó al alza sus previsiones de inflación para fines del 2017, de 2% a 2,8%, y fines de 2018, de 2.4% a 2.7%.
Tras este anuncio la libra, que ya subió este jueves tras la decisión de justicia que dictaminó que el Parlamento británico debe votar sobre el Brexit, volvió a apreciarse alcanzando su mayor nivel en un mes frente al euro y al dólar.