(Bloomberg) El próximo auge de la energía en América Latina será el de las líneas de transmisión de larga distancia. Eso es bueno, ya que hay abundancia de energía solar y eólica de plantas lejanas sin conexión a la red.
Brasil y México planean al menos seis subastas para elegir constructores para proyectos de transmisión en los próximos dos años que puedan atraer US$ 14,000 millones de inversiones, mientras que Chile espera completar una línea eléctrica importante en 2017.
Argentina, que ha llegado tarde a la energía limpia, busca evitar una escasez de conexión mediante el simultáneo desarrollo de nuevas plantas eléctricas y la ampliación de su red de cableado.
La transmisión se ha vuelto crucial después de que los desarrolladores latinoamericanos construyeran granjas eólicas y solares tan rápidamente que la nueva capacidad ha superado el alcance de las redes de transmisión.
Algunas plantas están completas y ociosas porque no tienen manera de enviar energía a los clientes, con lo que se generan cuellos de botella de electricidad.
“América Latina tiene prisa porque no coordinó la expansión de la generación con la construcción de nueva infraestructura”, dijo Ramón Fiestas, presidente del Comité Latinoamericano del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC, por sus siglas en inglés). “La conexión es un problema”.
Brasil tiene 355 megavatios de parques eólicos completos y listos para entregar energía, pero aún espera su conexión a la red. México tiene al menos 5.000 megavatios de plantas solares y eólicas listos para comenzar la construcción, pero todavía esperan las líneas de transmisión que necesitan para competir en las subastas de energía.
En Chile, la escasez de transmisión significa que algunas áreas tienen tanta energía solar que los precios a veces llegan a cero. La energía que no se utiliza, o que está atrapada en una región, puede elevar los precios en otros lugares.
“Si hay un área congestionada, los consumidores tienen que pagar por la falta de transmisión”, dijo Leopoldo Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica.
La italiana Enel Green Power SpA tiene cinco parques eólicos en Brasil listos para producir energía. Las líneas de transmisión para conectarlas a la red no estarán listas hasta fines de agosto, según el ente regulador de energía Aneel.
A Enel se le garantiza el pago incluso si la conexión se retrasa, según Carlo Zorzoli, gerente de la compañía para Brasil. No reveló cuánto obtiene la compañía.
Los proyectos ganaron contratos en licitaciones antes de 2013 y las subastas posteriores no comprenden tales garantías, lo que aumenta el riesgo para los desarrolladores.
“Desde 2013, los riesgos de retrasos en las líneas de transmisión se han transferido a los generadores”, dijo Zorzoli por correo electrónico. “La falta de claridad sobre la disponibilidad oportuna de la infraestructura de transmisión afecta la confianza” entre los desarrolladores.
Los gobiernos deben cambiar la forma en que planifican las líneas eléctricas porque es más fácil construir granjas eólicas y solares que las plantas de gas natural o las instalaciones hidroeléctricas, según Luiz Augusto Barroso, jefe de la Agencia de Investigación Energética de Brasil, EPE.
“La generación se convirtió en algo que se puede expandir con rapidez”, dijo Barroso. “Las líneas de transmisión son más lentas de construir y tardan más en llegar a las plantas renovables”.