(Bloomberg).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa , que tiene una posición crítica respecto del uso del dólar estadounidense como moneda oficial de su país, crea ahora una moneda digital con respaldo del gobierno. Uno de los arquitectos intelectuales de la adopción ecuatoriana del dólar hace 14 años ve señales de alarma.

En momentos en que el país enfrenta un déficit presupuestario récord, una nueva moneda podría afectar la confianza en el sistema monetario, dijo Steve Hanke, un profesor de economía aplicada de la Universidad Johns Hopkins, que asesoró a Ecuador en la adopción del dólar a fines de los años 90 y principios de la década de 2000.

Comparten su preocupación Ruth Arregui, una ex gerente general del banco central, y Myriam Quispe-Agnoli, de la Universidad de Georgia, que escribió sobre la dolarización como economista del Banco de la Reserva Federal de Atlanta.

Si bien los funcionarios del gobierno dicen que no se planea reemplazar el dólar como moneda oficial y que la moneda virtual contribuirá a expandir los servicios de banca móvil a las zonas rurales, el temor a que la dolarización corra peligro persiste, en parte debido a las reiteradas críticas de Correa, que considera que limita la capacidad del gobierno de administrar la economía andina.

Las limitaciones, que Correa ha comparado con boxear con un solo brazo, significan que Ecuador no puede imprimir moneda para financiar déficits que le restan dólares al país.

“En el mejor de los casos, no hará más que crear ruido y confusión en el sistema”, dijo Hanke por teléfono desde Baltimore. “Tal vez haya cierta posibilidad de que pueda reemplazar la dolarización, y en el improbable caso de que funcionara y fuera más o menos aceptable, entonces (Correa) podría desplazar al dólar”.

Costos catastróficos
La secretaría de Comunicaciones de Correa y las oficinas de prensa del Ministerio de Política Económica y el banco central no contestaron las solicitudes de entrevistas para analizar el tema de la nueva moneda. Correa dijo el mes pasado que la especulación de que el gobierno planea abandonar el dólar es “absurda”.

El gobierno ha dicho que no usará la moneda para financiar el gasto público, y la ley, que entró en vigor el 12 de setiembre, establece que los ecuatorianos pueden negarse a aceptarla como pago. “Nunca habría adoptado un régimen dolarizado, pero es la moneda nacional”, dijo Correa el 13 de agosto en una entrevista que se subió a su sitio web. “Los costos de abandonar la dolarización serían catastróficos”.

Los inversores en bonos le toman la palabra. La deuda en dólares de referencia del país sudamericano con vencimiento en 2024 aumentó en julio y agosto, mientras el congreso debatía las medidas, que forman parte de una nueva ley financiera que también da a Ecuador mayores facultades para administrar las reservas de liquidez de los bancos privados y tomar medidas de emergencia en una crisis económica.