(AFP) Argentina quitará el lunes los subsidios en las tarifas eléctricas a 3.3 millones de usuarios y aplicará aumentos de hasta el 500%, en un ajuste para ahorrar US$ 4,000 millones, anunció el ministro de Energía, Juan José Aranguren.

“Si pagaba 25 pesos por mes, pagará 150 pesos”, dijo el ministro en conferencia de prensa al dar un ejemplo del mayor ajuste de tarifas eléctricas en 12 años que reciben los argentinos y que significará pasar de una factura de poco menos de US$ 2 mensuales a US$ 10.60, según su ejemplo.

Según el ministro con la eliminación de subsidios traerá para el fisco un ahorro de US$ 4,000 millones.

Las tarifas con mayores subsidios se aplicaban hasta ahora a residentes, comerciantes e industriales del área metropolitana, que abarca la ciudad de Buenos Aires y su poblada periferia con más de 13 millones de habitantes.

Una boleta de la luz de una familia de profesionales de clase media en la capital llega al equivalente de US$ 30 bimensual en el verano.

“En los últimos años se mantuvo un sistema tarifario injusto en el cual se paga por un servicio esencial hasta tres veces menos de lo que se paga por uno no esencial como la telefonía móvil o el servicio de cable”, indicó.

Sin embargo se mantendrá una tarifa social para unos 900 mil usuarios de bajos recursos cuyo padrón será objeto de un seguimiento para detectar abusos.

La quita de subsidios y el aumento de tarifas eléctricas comenzará a regir a partir del 1 de febrero y será parte de un “proceso gradual” de corrección tarifaria, indicó.

Según Aranguren el gobierno busca dar señales de normalización al público para que tome conciencia de cuál es el costo de la generación de energía eléctrica y dar señales a la oferta (empresas) para que empiece a invertir y no espere a que el Estado la subsidie.

Las nuevas medidas alcanzarán a unos 32 millones de usuarios de todo el país.

El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, había anticipado que el fin de los subsidios energéticos permitiría bajar 1.5% del déficit fiscal, estimado en casi 7% en el 2015.

La eliminación de subsidios eléctricos fue una de las promesas de campaña del presidente Mauricio Macri (derecha liberal) que asumió el 10 de diciembre.

Macri se comprometió a eliminar los subsidios impuestos por los gobiernos peronistas de centroizquierda de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2015), bajo el argumento de que las empresas sufren un proceso de desinversión por esta causa.

El alza también tendrá impacto inflacionario debido a la incidencia de las tarifas en la medición del costo de vida, cuyo índice se basa en datos de institutos oficiales de la capital federal y la provincia de San Luis (centro) a la espera de la reformulación de un indicador nacional, que según estima el gobierno demandará al menos ocho meses.

Según estos institutos, la inflación del 2015 se situó en torno a 30%.