(AFP) El gobierno argentino llegó el lunes a un acuerdo con cinco fondos acreedores más para pagarles US$ 250 millones y 185 millones de euros, en su estrategia para saldar un juicio en Nueva York por su deuda en default, anunció el mediador judicial Daniel Pollack.
“Estoy complacido de informar que la República de Argentina ha alcanzado principios de acuerdo con otros cinco tenedores de bonos por un monto total aproximado de US$ 250 millones y 185 millones de euros”, señaló.
Los fondos en cuestión son Lightwater Corp, Old Castle Holdings, VR Capital, Procella Holdings y Capital Ventures International, agregó.
Los acuerdos se enmarcan en la oferta presentada el pasado 5 de febrero por el nuevo gobierno del presidente de centroderecha Mauricio Macri para pagar US$ 6,500 millones (sobre un total de US$ 9,000 millones) a fondos buitres y otros acreedores para poner fin al juicio por la deuda en default desde el 2001.
EM Limited y Montreux Partners, dos de los seis principales fondos especulativos que ganaron juicios con sentencia firme en Nueva York, fueron los primeros en aceptar esa oferta, por la cual cobrarán US$ 849.2 millones y US$ 298.66 millones, respectivamente.
Luego, un grupo de querellantes de una demanda colectiva, cuyo tamaño exacto aún se desconoce, también llegó a un acuerdo, así como otro acreedor, Capital Markets Financial Services, que cobrará US$ 110 millones.
Sin embargo, otros querellantes y los dos fondos más duros, NML Capital y Aurelius, que en el 2012 lograron una sentencia favorable para cobrar una deuda que hoy asciende a US$ 1,750 millones, han rechazado por el momento la propuesta.
El anuncio de este lunes tuvo lugar luego de que el juez federal estadounidense Thomas Griesa indicase el viernes que removería bajo condiciones sus órdenes contra Argentina, al responder a un pedido de la defensa poder avanzar con su oferta.
El precedente gobierno de centroizquierda de Cristina Kirchner (2007-2015) había rechazado los fallos de Griesa, quien en julio del 2014 congeló un pago de US$ 539 millones en Nueva York a los bonistas que habían adherido a los canjes del 2005 y 2010, provocando un default parcial de Argentina.
Esas reestructuraciones, rechazadas por los denominados fondos “buitres” y otros querellantes, fueron aceptadas en su momento por 93% de los acreedores e incluyeron importantes quitas.