Buenos Aires (AP).- El gobierno de Cristina Fernández anunció la creación de dos nuevos instrumentos financieros para desalentar el ahorro en dólares no declarados al fisco y volcar esos recursos en la economía real en momentos en que una fuerte demanda de la divisa estadounidense en el mercado informal ha afectado el nivel de reservas del Banco Central.
A través de un proyecto de ley que será enviado el Congreso, el gobierno lanzará un bono argentino de ahorro para el desarrollo económico y también un certificado de inversiones para el sector inmobiliario y de la construcción que permitirán el blanqueo de capitales en moneda extranjera.
“Se busca incorporar recursos ociosos que están por ejemplo en cajas de seguridad o en paraísos fiscales al sector productivo y que se traduzca en nuevos empleos y más consumo”, explicó en rueda de prensa el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
El anuncio se produce en la misma jornada en que la cotización del dólar alcanzó el precio récord de 10 pesos por unidad en el mercado paralelo o informal, al cual se están volcando los ahorristas para mantener poder adquisitivo en un contexto de una inflación anual del 25% y mientras rigen fuertes restricciones gubernamentales para las operaciones cambiarias.
La brecha entre el valor del dólar en el mercado negro y el oficial alcanzó el 93%, lo cual obliga al Banco Central a intervenir en la plaza y ello repercute directamente en el nivel de sus reservas, que cayeron un 9% en los primeros cinco meses del año a 39.750 millones de dólares.
En la víspera la presidenta Fernández descartó por completo una devaluación del peso que reclaman muchos analistas porque, dijo, perjudicaría a los sectores populares —su principal sostén electoral— y favorecería en cambio al sector exportador.
“Ese mal endémico de la política argentina que ha llevado a atesorar fortunas no declaradas en dólares o pequeñas sumas queremos encauzarla al activo más seguro de nuestra economía: la inversión en activos estratégicos, energía y construcción”, explicó el viceministro de economía, Axel Kicillof.
Según explicaron los funcionarios, las personas físicas y jurídicas con dólares no declarados deben presentarse ante una entidad bancaria y depositar las sumas. A cambio, recibirán un certificado de depósitos en dólares (Cefin) emitido por el Banco Central para ser utilizados a futuro en operaciones inmobiliarias y construcción de viviendas.
En tanto que el bono en dólares tendrá vencimiento en 2016 y un interés del 4% anual. Este instrumento será destinado a programas de inversión de la petrolera estatal YPF y otros proyectos de infraestructura.
Las personas físicas y jurídicas interesadas en adherir a las nuevas propuestas tendrán un plazo de tres meses para blanquear sus ahorros en dólares desde la promulgación de la ley, cuya sanción se da por descontada ya que el gobierno cuenta con mayoría en el Congreso.
A cambio, quedarán eximidos de impuestos y de sanciones por los montos no declarados.
El gobierno informó que “no podrán” acogerse a este blanqueo las personas jurídicas que estén imputadas en causas judiciales o cuyos fondos puedan provenir del lavado del dinero o la financiación del terrorismo.
El titular del ente recaudador Ricardo Echegaray aclaró que el empresario Lázaro Báez, imputado en una causa judicial que lo investiga por presunto lavado de dinero y que también es señalado como presunto testaferro del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, no podrá acceder a este beneficio impositivo.
Fue la primera vez que el apellido Báez es mencionado en público por un alto funcionario del gobierno desde que salió a la luz una investigación periodística que apunta al entorno más cercado de la presidenta.