(Reuters) El flamante Gobierno de Argentina declarará la emergencia eléctrica hasta diciembre del 2017 ante un deteriorado sistema de generación y distribución, dijo el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren.
El funcionario instó a la implementación de medidas para hacer uso racional de la electricidad y, aunque no dio detalles, no descartó cortes programados del servicio.
“Estamos en una situación precaria y si no tomamos las medidas necesarias provocaríamos su colapso”, manifestó Aranguren.
Esta semana, debido a las altas temperaturas, la demanda de electricidad alcanzó los 23,000 megavatios (MW), cuando la potencia instalada máxima es de unos 26,000 MW. El máximo histórico utilizado fue de 24,034 MW el 20 de enero del 2014.
Aranguren señaló que el principal problema del sistema eléctrico de Argentina es la distribución, y no la generación, en tanto que estimó que el nivel de reservas es muy bajo.
Como consecuencia de la escasa inversión, los cortes del servicio eléctrico se han vuelto costumbre en grandes urbes como Buenos Aires, donde la creciente demanda energética no es satisfecha por una obsoleta red de distribución.
Las mayores distribuidoras de energía de Argentina son Edenor, Edesur y Edelap.
El presidente argentino Mauricio Macri, que asumió la semana pasada, implementó a finales del 2013 la emergencia energética en la ciudad de Buenos Aires cuando era alcalde.
Aranguren había adelantado el lunes que gradualmente se modificará el esquema de subsidios al consumo de energía eléctrica de particulares, con el objetivo principal de recuperar la calidad del servicio eléctrico y atraer la inversión, y así disminuir la dependencia de la importación.
Añadió que se mantendrán los subsidios a los sectores más vulnerables en energía eléctrica y en gas natural.