(Bloomberg).- Si el mercado de petróleo necesitara una canción para este momento, podría ser aquella en la que Taylor Swift canta nerviosa: “¿Ya estamos a salvo?”.
Una caída de la producción de Estados Unidos, reducciones inesperadas en la producción de varios países, desde Nigeria hasta Colombia, y el crecimiento de la demanda por gasolina ayudaron a impulsar un aumento considerable desde mediados de febrero.
Mientras los inversores amplían sus apuestas alcistas, analistas de UBS Group AG y Morgan Stanley hasta Goldman Sachs Group Inc. anticipan dificultades.
El exceso global de crudo se extendió al diésel y amenazará la gasolina después del pico de uso de autos en el verano boreal. Las interrupciones no planeadas podrían resolverse en los próximos meses y así ampliar la oferta, en tanto Irán busca recuperar participación en el mercado y Arabia Saudita defiende su territorio.
La demanda en los mercados emergentes es “decepcionante”, dice Morgan Stanley. Goldman Sachs advierte que la producción estadounidense podría recuperarse si los precios aumentan demasiado rápido.
“Los fundamentos económicos del petróleo están mejorando, pero el mercado sigue inquieto”, dijo Ehsan Ul-Haq, consultor superior de KBC Advanced Technologies en Londres. “Recién cuando las refinerías comiencen a quejarse de la falta de oferta observaremos una recuperación sostenible”.
Exceso
En China, el crecimiento de la producción de gasolina se dio junto a un aumento vertiginoso de la producción de diésel que está excediendo el consumo y generando las exportaciones más grandes de la historia.
Ahora que la economía del segundo consumidor de petróleo más grande del mundo enfrenta la expansión más lenta desde 1990, hay preocupación porque el mercado de gasolina también podría estar encaminándose hacia un exceso de oferta.
El crudo Brent y el West Texas Intermediate, la referencia para Estados Unidos, treparon más de 60% desde que tocaron el valor más bajo en doce años este año.
Las posiciones largas netas de los especuladores en el WTI saltaron al nivel más elevado desde mayo del año pasado en la semana terminada el 26 de abril, según datos de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas. Las posiciones cortas cayeron al número más bajo en diez meses.
Las interrupciones no planificadas y los períodos de mantenimiento que retiraron cerca de 800,000 barriles por día del circuito este año ayudaron a impulsar el aumento del crudo desde febrero.
Muchas de estas interrupciones se resolverán en los próximos meses, dijeron analistas de Morgan Stanley, entre ellos Adam Longson, en un informe fechado el 25 de abril. Lo que es más importante, la suba de precios podría alentar la producción.
Los pozos perforados sin terminar en Estados Unidos podrían devolver 500,000 barriles diarios al mercado, según Richard Westerdale, director de la Secretaría de Recursos Energéticos del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Prematuro
Es prematuro adoptar los “retoños verdes” en el mercado porque el aumento actual en los precios está siendo impulsado por factores temporales, como interrupciones de la oferta, mientras que los problemas a largo plazo como la capacidad excedente persisten, dijeron analistas de Goldman Sachs, entre ellos Jeffrey Currie, en una nota de investigación fechada el 22 de abril.
Los fundamentos económicos del petróleo son débiles y se deteriorarán, especialmente si suben los precios, dijeron los analistas de Morgan Stanley en su informe del 25 de abril.
“Nos preocupa seriamente que de repente el mercado se dé cuenta de que hay demasiado petróleo”, dijo Dominic Schnider, director de materias primas y tipos de cambio de la unidad de administración de patrimonios de UBS para la región Asia-Pacífico en Hong Kong. “El petróleo está listo para consolidarse o corregirse y quedar entre US$30 y US$35”.