El aumento de la tasa del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los licores y cervezas, que provocó un freno en ese mercado el 2013, forzó a las empresas del sector a elevar sus precios, aspecto que se tradujo en menores ventas, explicó Felipe Ambra, director de Marketing de AmBev.
No obstante, detalló que esa situación terminó favoreciendo a su principal competidor, dado que concentra una mayor cantidad de marcas y, por ende, su carga tributaria fue menor. Esto, señaló, fue conversado con el Gobierno.
“La subida de impuesto en montos absolutos significó para ellos (Backus) un aumento de la carga tributaria de 8% y para nosotros de más de 20%. Nosotros fuimos más impactados y todo ello generó una mayor concentración de mercado”, precisó Ambra.
Agregó que “el principal factor del crecimiento de la industria cervecera es el precio del producto y, luego, el crecimiento de la economía, que genera más consumo; y los cambios en el sistema tributario que se dieron el 2013 forzaron a que tuviéramos que realizar un incremento en los precios, al igual que la competencia”.
“Es decir, hemos respetado los cambios tributarios pero la contraparte es que el mercado se desarrolla menos y podría tener un punto de caída”, concluyó.