Ante el incremento del tipo de cambio, las pequeñas empresas y los hogares peruanos serán los más expuestos a sufrir un riesgo bancario crediticio, es decir, tendrán mayor probabilidad de afrontar pérdidas monetarias por incumplimiento en el pago de sus deudas, afirmó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
“Según cifras del BCR, los créditos a mypes y a personas en moneda extranjera ascienden a US$ 1,023 y 4,811 millones respectivamente, montos alto que deben tomarse en cuenta porque podrían afectar los estados financieros de las mypes y las finanzas familiares de las personas”, señaló César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP.
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Indicó que en esta situación se encuentran, por ejemplo, los créditos hipotecarios o vehiculares otorgados en dólares a particulares que tienen ingresos en moneda nacional, es decir nuevos soles.
César Peñaranda señaló que una fuerte depreciación, que significa un aumento drástico del tipo de cambio, afectará la capacidad de pago y su secuela en acreedores, proveedores a pesar que éstos últimos no tenían problema de descalce de monedas.
Para el Instituto, este riesgo cambiario se incrementaría ante el inestable entorno internacional debido a ciertos elementos como la reciente devaluación de la divisa china respecto al dólar que busca ganar competitividad, así como el inminente aumento de la tasa de referencia en Estados Unidos y el anuncio del BCR de evaluar un incremento de su tasa de referencia.
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“Esto causará una mayor volatilidad en el precio de la divisa norteamericana y su impacto sobre todo en los agentes económicos que tengan compromisos de deuda en dólares”, refirió Peñaranda.
El IEDEP estima que el financiamiento total en dólares al sector privado asciende a US$ 60,838 millones, lo que representa alrededor de 29.5% del PBI, siendo las corporaciones y grandes empresas las que tienen mayor capacidad de gestionar el riesgo cambiario contrariamente a las pequeñas empresas y hogares.
Por último, Peñaranda mencionó que el mayor uso de instrumentos derivados con fines de cobertura permitiría a las empresas aminorar sus potenciales pérdidas cambiarias.