(Reuters).- Como nuevo ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura tendrá que sacar provecho de su facilidad de palabra y buena llegada al sector privado para lograr que un consumo más vigoroso impulse al país ante la caída de la demanda externa.
Respetado por sus colegas y con bastante experiencia económica, Segura tomó el puesto de su jefe Luis Miguel Castilla. El alto funcionario garantizaría la continuidad de la fórmula económica que ha llevado a Perú a crecer a tasas aceleradas durante la última década de la mano de un voraz apetito de gigantes como China por los metales.
Los que lo conocen dicen que el funcionario no sólo es un sólido técnico, sino también un hombre afable y hábil para tender puentes.
“Definitivamente es un mejor comunicador” que Castilla, dijo una fuente que trabaja en la cartera y que se excusó de ser identificada.
Quizás por eso en los últimos meses Segura, de 44 años, había ganado presencia en los medios de comunicación explicando las medidas lanzadas por Castilla para inyectarle vitaminas a la economía, como los aumentos al gasto y la inversión pública.
El saliente Castilla había tenido algunos roces con el sector empresarial, que le reclamaba medidas para destrabar las inversiones.
La relación con Segura en el sector privado “es muy buena”, aseguró Alfonso García Miro, jefe de la mayor agrupación empresarial local.
“El hecho de que el Gobierno eligió a un candidato dentro del Ministerio de Finanzas sugiere que el Gobierno desea continuidad y no dar un choque de confianza”, dijo Pedro Tuesta, analista de la consultora 4Cast, desde Washington.
Ahora queda por ver si los talentos y la experiencia del economista graduado de la Pontificia Universidad Católica del Perú serán suficientes para acelerar la economía de su país y comenzar a abordar la diversificación de la base productiva, una asignatura pendiente.
“Es un ministro competente, pero llega en un momento muy difícil”, dijo el analista económico Carlos Adrianzén.
La economía peruana creció en junio a su tasa mensual más baja en cinco años, golpeada por la menor demanda de minerales y un declive en la producción local de metales. El país se expandió durante la última década a una tasa promedio anual del 6%, una de las más altas de Latinoamérica.
Ayer, en sus primeras declaraciones como ministro, Segura no descartó nuevas medidas para reactivar la economía, pero dijo que eso dependerá y requerirá de consensos con las distintas bancadas en el Congreso.