En medio de un escándalo mediático, leche que no es leche y un tumulto político se aprobó el reglamento de alimentación saludable, hace unas semanas.
Perú, sin embargo, no es el primer país latinoamericano que tomó este tipo de medidas para proteger la nutrición de su gente. Ecuador y México publicaron leyes similares, y Chile también incluyó el etiquetado en los empaques.
Cuando se comenzaron a etiquetar los productos en el vecino del sur, el crecimiento de estos presentó una desaceleración muy fuerte frente a su competencia, reveló a Gestion.pe Andrés Vergara, gerente general de Nielsen Perú y Ecuador.
En el caso de Chile, a partir del sellado de los alimentos, los productos etiquetados crecieron en valor solo 1.5%, frente al 4.2% de la canasta en general, según Nielsen.
Pero no solo se desaceleraron sus ventas, sino que se aceleró el crecimiento de su competencia. Los productos sin sello crecieron 6.1% más en valor, con respecto al año anterior.
“Los productos que tengan algo contenido de azúcar, sodio o sal se verán más afectados, mientras que productos como agua, té o alimentos de segmentos saludables se verán beneficiados”, proyectó Vergara.
Otro efecto es el cambio en los productos que deciden las compañías para enfrentar la medida. Jaime Burrows, subsecretario de Salud Pública de Chile, reveló que el 20% de productos empaquetados chilenos han sido reformulados.
Estos son los límites que el Ministerio de Salud chileno colocó a los alimentos en las diversas etapas del plan.
El ejemplo de Chile no es el único. De hecho, en el sur el efecto fue más bajo que en México o Ecuador; sin embargo, aún no termina de recuperarse.
En México, no obstante, el mercado tardó dos años en adaptarse a la medida que tomó el gobierno: impuesto de bebidas azucaradas.
“Al principio hubo un crecimiento bajo. Luego de dos años se recuperó, incluso por encima del resto de productos”, apuntó Vergara.
Explicó que la clave está en la visión de las empresas. “Tiene que ver con la reacción de los fabricantes. En la medida que se adaptan con portafolio, niveles de precio e innovación, logran invertir esa tendencia”, añadió.
En pocas palabras, deben adaptarse. Existe la tendencia global de la alimentación saludable, y es más antigua que estas normas, que solo terminan acentuándola.
“Se espera que los fabricantes reaccionen a esta medida con una oferta de productos diferente o ajustada a esta medida, y que en el mediano plazo permita que las categorías sigan creciendo”, explicó.