(Bloomberg) Los analistas ven muchas cosas que no les gustan en Brasil en este momento. Pero los inversores en bonos encuentran muchas cosas de interés.
Los inversores en deuda gozan de retornos importantes por haber asumido riesgo sobre el país a fin del año pasado, y algunas firmas de inversión pronostican que las ganancias seguirán llegando. Los bonos del gobierno brasileño aumentaron 1.4% en lo que va del mes y 4.9% en el año, de acuerdo con los datos de Bank of America Merrill Lynch.
Incluso los bonos de grado especulativo de compañías brasileñas registraron retornos positivos, mientras que la deuda de similar calificación cayó en los Estados Unidos.
Esto contrasta marcadamente con algunos mensajes lúgubres de los analistas. Moody’s rebajó la nota del país dos escalones a basura el miércoles.
Los economistas de Goldman Sachs bajo la dirección de Alberto Ramos dijeron el miércoles que Brasil no parece muy prometedor a corto plazo.
Fitch también fue de la misma opinión: el analista de empresas latinoamericanas Joe Bormann declaró: “El panorama futuro se presenta sombrío”.
Brasil decididamente enfrenta algunos problemas graves, tanto en lo económico como en lo político. Pero la moneda y los bonos del país ya se han visto tan castigados que es difícil imaginar que puedan caer mucho más.
Esa es la lógica de inversores como Michael Hasenstaab, gerente de Franklin Templeton conocido por ir contra la corriente, que se volcaron con fuerza a Brasil a fin del año pasado mientras que todos los demás se iban, según un artículo de Bloomberg News de Natasha Doff y Paul Sambo.
Los precios cayeron tanto que Brasil está evaluando recomprar algunos de sus bonos extranjeros, declaró el secretario del Tesoro, Otavio Ladeira, en una entrevista con Mario Sergio Lima y Carla Simoes de Bloomberg.
Brasil es una de las pocas situaciones difíciles y especiales de los mercados emergentes “que están en crisis pero parecen tener un camino claro para salir de la crisis a mediano plazo”, escribió Hasenstaab en un posteo del 22 de febrero en el sitio web de Franklin.
El año pasado, la moneda de Brasil cayó 33% frente al dólar. Desde el 21 de enero, el real subió alrededor de 5%.
El año pasado, el rendimiento promedio de los bonos del gobierno brasileño subió a 16.7%, más de 15 puntos porcentuales por arriba del rendimiento promedio del gobierno estadounidense en el momento en que esta prima era la más alta entre datos que se remontan al 2006. Ahora, algunos inversores valientes están volviendo.
Es cierto que Brasil está inmerso en graves problemas. Es un país productor de materias primas atrapado en un desplome de los precios del petróleo.
La presidenta Dilma Rousseff lucha por evitar el juicio político mientras trata de elevar los impuestos y reducir el gasto. La deuda bruta de Brasil como porcentaje de la economía dio un salto de casi un tercio en los últimos dos años, a 66%.
Ah, y también sufre la peor recesión en décadas. Pero los inversores en bonos ya habían tomado en cuenta gran parte de las malas noticias en el último año. Ahora, algunos de ellos están empezando a ver el lado positivo otra vez.