Berlín (Reuters).- Los dirigentes de Alemania y Francia se comprometieron el martes a reducir sus diferencias sobre la divisa común europea y a develar propuestas conjuntas para una mayor integración, en un encuentro por el quincuagésimo aniversario del pacto que selló la reconciliación entre ambos países tras dos guerras mundiales.
La conservadora Angela Merkel y el socialista François Hollande han tenido una relación incómoda desde que el presidente francés asumió el poder hace ocho meses con la promesa de revertir las políticas de austeridad respaldadas por Alemania destinadas a apuntalar la zona euro, golpeada por la crisis.
Pero ambos -nacidos con menos de un mes de diferencia en el verano de 1954- pusieron el énfasis en los valores que les unen y alabaron la importancia de la asociación francoalemana después de siglos de enfrentamientos que acabaron en dos guerras mundiales y que llevaron a los historiadores a hablar de “enemistad hereditaria”.
“Los jóvenes de nuestros países tienen la gran fortuna de no haber conocido nunca nada más que la paz y la democracia”, dijo Hollande en una intervención en el Reichstag ante una sesión conjunta de ambas cámaras parlamentarias.
Pero añadió que la juventud afronta ahora “una crisis económica y social de duración sin precedentes” que requiere de esfuerzos comunes para impulsar la producción económica y la creación de empleo.
Merkel, que habló antes en una conferencia de prensa conjunta con Hollande, dijo que ambos afrontarán una de las cuestiones que más los divide: una mayor integración económica y fiscal en la UE, y que presentarán propuestas conjuntas antes del Consejo Europeo de junio.
Además afirmó que apoyará al candidato francés para el nuevo organismo supervisor de la banca europea, que se espera esté en marcha el año que viene bajo el paraguas del Banco Central Europeo.
La crisis de deuda que comenzó hace tres años en Grecia e incluso llegó a amenazar con engullir a Francia en su peor momento ha expuesto las deficiencias estructurales en el enorme experimento europeo que ha sido el euro, obligando a sus integrantes a estudiar un refuerzo de su cooperación.
Pero Berlín y París tienen visiones claramente diferentes sobre cómo debería ser la mayor unión monetaria, ya que mientras Merkel prefiere un control más estricto sobre los presupuestos, Hollande apuesta por una mayor solidaridad en la forma de un presupuesto para la zona euro que afronte los choques económicos.
“Tratan sobre una cooperación más profunda en política económica con el objetivo de la seguridad social, el empleo, el crecimiento y la estabilidad financiera”, dijo Merkel respecto a las propuestas conjuntas que se presentarán en mayo.