El Corredor Ferroviario Bioceánico Central (CFBC), que busca unir comercialmente puertos del Atlántico y el Pacífico, es sin duda uno de los proyectos en infraestructura más grandes que espera ver el Perú en los próximos años. Sin embargo, Gonzalo Prialé, presidente de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), confía en que el Perú está preparado para adjudicarlo e iniciar las obras en el 2018.
“Es una megaobra que en el Perú demandará una inversión de unos US$ 4,000 millones, pero no sería el proyecto más grande la historia. Felizmente, la institucionalidad de promoción de inversiones en infraestructura en el país está avanzada y podemos desarrollar el proyecto con transparencia. Esperamos que la construcción sea compartida y que empresas de diferentes países puedan participar”, comentó.
Y estimó que el tren eléctrico que unirá Perú y Brasil podría tardar unos cinco años en construirse, pues al destinarse para el transporte de carga necesitará la construcción de varios túneles para atravesar los Andes.
Como se sabe, la obra recortaría drásticamente el tiempo y los costos de transporte de los commodities, por lo que supone un gran interés para el gobierno chino. Gonzalo Prialé anota que la participación de China facilitaría el proceso, sobre todo, desde el financiamiento.
Beneficios
Para el presidente de AFIN, el megaproyecto dinamizará las relaciones comerciales entre Asia y América Latina y reforzará el posicionamiento del Perú como un hub en la costa del Pacífico.
De igual forma, señaló que la ruta que establecida para el Perú que llegaría por el norte hasta Bayóvar (Piura) y pasaría la Amazonía por Cajamarca, Tarapoto y Ucayali, impactaría positivamente en la economía de las zonas involucradas.