Mediante circular, ProInversión comunicó que ha reprogramado todas las actividades pendientes del cronograma para la licitación del proyecto de construcción de la Central Térmica de Quillabamba, que debe recibir gas natural a través del proyecto del Gasoducto Sur Peruano.
Al respecto, la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), observó que dicha reprogramación representa en la práctica la suspensión temporal del proceso para entregar al mejor postor el citado proyecto, que propuso el Gobierno, a través del Ministerio de Energía y Minas.
Esta sería la cuarta postergación de este concurso, pues el 14 de diciembre pasado se postergó por tercera vez la licitación, siendo entonces la fecha prevista para la buena pro el 30 de marzo pasado.
Luego, en febrero último, ProInversión había determinado que la presentación de ofertas y buena pro de esta licitación debía realizarse luego de 30 días calendario de que esa entidad gubernamental realizara la entrega de la versión final del contrato de concesión, es decir, el 31 de mayo del presente.
Según la última circular del Comité de ProInversión en Proyectos de Energía e Hidrocarburos, esa entidad ha aprobado la reprogramación de todas las actividades del cronograma de la licitación, la que se comunicará oportunamente mediante circular.
Exceso de oferta
Al respecto, el presidente de AFIN, Gonzalo Prialé, dijo a Gestión que tiene entendido que la postergación del proceso para adjudicar la referida central térmica, está vinculada a la situación de exceso de oferta en la capacidad de generación de electricidad por la que atraviesa actualmente el país.
Cabe recordar que ya en enero último, el Ministerio de Energía y Minas había reconocido que en el país había un margen de reserva excedente en la capacidad de generación eléctrica, que llegaba a cerca del 50%, cuando lo razonable sería del 20%.
Demanda del GSP
El presidente de AFIN observó que -pese a que se ha postergado la buena pro para el proyecto Quillabamba- el proyecto del Gasoducto Sur Peruano (GSP), una vez concluido, tendrá que suministrar la demanda del nodo energético del sur, compuesto por dos centrales termoeléctricas en Mollendo e Ilo, de 500 MW cada una.
Añadió que se espera que haya más demanda de energía y gas de grandes proyectos mineros, así como industrias y la petroquímica en el sur, a atender con el GSP, los que decidirán sus inversiones en los próximos años.