El parlamentario andino Alan Fairlie expresó su profunda preocupación por la extensa cantidad de pedidos de patentes, en diferentes países del mundo, de nuestros recursos genéticos.
Indicó que se debe fortalecer a la Secretaría Técnica de la Comisión Nacional contra la Biopiratería.
“Bancos de germoplasma para la adecuada conservación de nuestra diversidad genética y recursos suficientes para los organismos que se encargan de monitorear los intentos de biopiratería son algunos de los temas que se deben plasmar”, opinó.
Fairlie dio a conocer –según datos de la Comisión Nacional contra la Biopiratería– que de los 11,690 pedidos en el exterior para patentar nuestras especies y sus derivados, 3,989 son por la tara, 3,211 por el yacón, 1,406 por la maca, 843 por la uña de gato, 648 por la cascarilla, 294 por el maíz morado, 185 por el algodón de color, 134 por el camu camu, 133 por el paico, 132 por la guanábana, 131 por el achiote, 104 por la lúcuma, 100 por el palo de rosa, 90 por la sangre de grado y 84 por el sacha inchi.
En menor medida existen pedidos de patentes por el tarwi (38), el hercampuri (36), la chirimoya (33), el barbasco (24), la muña (19), la chancapiedra (13), el pasuchaca (13), el guanarpo (8), la abuta (7), la manayupa (6), la oca (3), la caripona (3), la mashua (2) y el olluco (1), añadió.
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Fairlie refirió que la biopiratería no es un problema que solo afecta al país, sino a todas las naciones que conforman la Comunidad Andina.
Afirmó que desde el Parlamento Andino va a trabajar para que a nivel del bloque se establezcan políticas públicas de protección de nuestros recursos.
Larga batalla
Hasta febrero pasado, el Indecopi, entidad que preside la Comisión Nacional contra la Biopiratería, informó que había logrado invalidar 15 casos de patentes a ser registradas en el exterior.
Eran casos referidos a maca, yacón, sacha inchi, camu camu y pasuchaca, que pretendieron ser patentados por empresas extranjeras como si fueran sus propios descubrimientos, constituyendo probados casos de biopiratería, indicó el Indecopi.
Por ejemplo, la comisión invalidó seis patentes relacionadas a la maca (especie originaria de los departamentos de Junín y Cerro de Pasco), que fueron registradas en Japón, Corea y Europa, para la producción de medicamentos para el tratamiento de la osteoporosis, insomnio, incremento de la testosterona y como suplemento alimenticio.
“El objetivo no es impedir el uso de esos recursos, sino que este uso sea legal y beneficie el desarrollo sostenible del país, más aun el de las comunidades nativas”, indicó el Indecopi.