Al igual que las empresas, las ciudades y los países registran sus ingresos anualmente. ¿Qué pasaría si uniéramos a estos tres tipos de economías en un solo ranking? En uno de sus más recientes tuits, Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), nos dio la respuesta: “de las 100 economías más grandes del mundo, 53 son países, 34 ciudades y 13 corporaciones”.
En este selecto grupo, Estados Unidos es el líder con un PIB de US$ 16.8 billones. Le sigue China (US$92 billones), Japón (US$4.9 billones), Alemania (US$3.6 billones), Francia (US$2.7 billones), Reino Unido, Brasil, Rusia, Italia e India.
Sin embargo, Tokio les pisa los talones, ubicándose en el puesto 12 de las economías más grandes del mundo, con un PIB de US$1,4 billones. Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Londres le siguen en las posiciones 14, 20, 26 y 28, por encima de países como Tailandia, Suráfrica y Egipto.
Pasando al lado de las empresas, la anglo-holandesa Royal Dutch Shell (que en la lista aparece en el puesto 32) a parte de encabezar como la compañía más grande del mundo con ingresos por US$458.000 millones, logra superar de lejos a países como Pakistán y Egipto.
Mauricio Jaramillo Jassir, investigador del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad del Rosario, comenta que el liderazgo en el mundo de Estados Unidos tiene que ver con varios factores, entre los que resaltan que la economía norteamericana cada vez es menos vulnerable a las crisis financiera y al precio de algunas materias primas.
Por otra parte, ser emisor de la principal moneda de transacciones como es el dólar y tener una industria robusta es fundamental, pues le da un manejo sobre la economía internacional importante.
“En términos de poder adquisitivo se tiene previsto y que para 2022 China supere a EE.UU. Sin embargo, esto no quiere decir que también lo va a pasar de tamaño de economía, pues si bien se han reducido las distancias con otros países, especialmente con China, su liderazgo en términos del PIB no está en peligro aún”.
Por su parte, José Darío Salazar Bernal, vicepresidente de la Cámara de Comercio e Integración Colombo-China, señaló que la llegada de China al primer lugar del ranking será el resultado de una transformación de no más de seis décadas.
“Cuando el expresidente Deng Xiao Ping sucede a Mao Tse-tung, decide crear una estructura de Gobierno regida por una serie de políticas públicas que deben ajustarse cada cinco años en los campos económicos, políticos y sociales denominadas planes quinquenales.
En estos mismos planes estaba proyectado estimular el país y abrirlo comercialmente al mundo, y en las dos primeras décadas de su implementación convierte a China en una potencia manufacturera que entró a competir fuertemente con el resto de países en el equilibrio del mercado global”.
Las empresas más poderosas
A la compañía más grande del mundo (Royal Dutch Shell) le sigue una del mismo sector en la posición 35. La petrolera estadounidense Exxon Mobil (con ingresos por US$426,000 millones) sobrepasa el PIB de Colombia, Malasia y Bélgica.
Para mantener al gigante de la energía en crecimiento, el presidente ejecutivo Rex Tillerson, ha hecho una gran apuesta en el gas natural. La compañía ahora produce casi tanto gas natural como petróleo. Tillerson cree que la decisión a largo plazo dará sus frutos en los próximos 25 o 30 años.
Con operación en 28 naciones, WalMart es el líder indiscutible del sector retail, ocupa la posición número tres en el ranking empresarial y el 37 en el general, con ingresos por US$406,000 millones.
Le sigue en la posición 47 a nivel mundial British Petroleum (BP), que con ingresos por US$361.000 millones sobrepasa al PIB de Venezuela y Suecia. Toyota y Chevron le siguen en el listado, ocupando los puestos 67 y 69, superando a Perú, Portugal y Chile.
Toyota produjo un total de 10.23 millones de vehículos en todo el mundo en 2014, una cifra que le permite mantenerse como líder mundial entre los fabricantes de automóviles por tercer año consecutivo.
Las cifras globales del grupo japonés incluyen también las unidades producidas con las marcas Lexus (premium), Scion (low cost para EE.UU.), Daihatsu (coches pequeños para el mercado japonés y de los países vecinos) y Hino (vehículos industriales).
Carlos Rodríguez, docente de estrategia de Universidad Nacional, explica que “estas empresas no están ligadas a ningún tipo de normatividad que les impida ni la acumulación de sus respectivas ventas ni su participación en cualquier tipo de mercado.
Es decir, que en una economía abierta pueden participar en cuantos mercados lo consideren. Y al tener tatos negocios el nivel de ingresos por sus respectivos productos, bienes o servicios les generará una serie de recursos significativos que supera a muchas economías de países”.
Lo anterior abre la pregunta sobre si en un futuro próximo las marcas determinarán las barreras del mundo.
A esto, Jaramillo Jassir respondió que “estamos muy lejos de que esto pase, aunque hay que reconocer que cada vez las multinacionales tiene más incidencia en la política, pero remplazar el Estado es casi imposible”.
Rodríguez considera que “las barreras sí existen y desde hace mucho tiempo, pero en cuanto a la entrada de empresas a algunos países, lo cual es limitante si quisieran aterrizar no encontrarían un socio fuerte para poder distribuir su producto”.
Diario La República de Colombia
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