Martes, 14 de julio del 2015
Banco Mundial - Oportunidades de Desarrollo
Las rutas del crecimiento peruano y la agenda pendiente
La mejora de nuestra economía no supuso un crecimiento igual para todos los sectores, pero ha delineado el camino por el cual debemos seguir avanzando.
El crecimiento de la economía peruana del que tanto se habla en los últimos años se tradujo en la creación de políticas públicas orientadas a mejorar el acceso y la calidad de los servicios públicos básicos. Áreas como infraestructura o programas sociales se vieron beneficiadas, además se amplió la inversión en salud y la calidad y cobertura de educación.
En ese sentido Alberto Rodríguez, director del Banco Mundial para los Países Andinos, considera que el Perú le está dando a la educación la importancia merecida, y señala que el esfuerzo debe ser sostenido por muchos años para cosechar los frutos. Por igual manera, se mejoró la inclusión financiera y las condiciones para que el capital privado financie infraestructura.
Según Rodríguez, el gran pendiente peruano es la lucha contra la informalidad. “La lucha contra la informalidad tanto del mercado laboral como el cumplimiento de las obligaciones tributarias son importantes de atender. La informalidad laboral lleva a la informalidad comercial y a la informalidad productiva, genera muchas barreras para aumentar la productividad del país. Al respecto las cifras de la ENAHO del 2013 muestran que los trabajadores con mayor educación tienden a obtener puestos en sectores formales y con mayores salarios” señaló.
La economía peruana genera buenos comentarios en el exterior. Ahora es momento de continuar los esfuerzos y enfrentar los retos de la productividad, la profundización del comercio exterior, la promoción de la inversión privada, la introducción de los estándares OCDE, y el mejoramiento de la estructura física y social e institucional.
La desnutrición crónica se ha reducido notoriamente
Los avances en combatir la desnutrición crónica en los menores de 5 años han sido notorios: entre el 2007 y el 2014 la incidencia cayó de 28.5% a 14.6%. En los menores de 36 meses también se ha registrado una caída de 12.6 puntos porcentuales en el mismo período (de 27.3% a 14.6%). Las estrategias multisectoriales e intergubernamentales (pues involucran tanto al gobierno central como a las instancias subnacionales) han permitido que la desnutrición retroceda a un ritmo más acelerado en las zonas rurales, pero la brecha entre éstas y los índices que se registran en zonas urbanas se mantiene. Especialmente vulnerables siguen siendo las poblaciones indígenas y Amazonía, donde la mayoría de las regiones tienen tasas por encima de la media nacional. La anemia se mantiene como un problema serio que afecta 57% de los niños de entre 6 y 36 meses de edad en áreas rurales. Si bien es cierto que se vienen tomando medidas para reducir su incidencia como el abastecimiento de micronutrientes y campañas comunicacionales para promover su uso.
El SIS, o la salud al alcance de los pobres
Según datos del Banco Mundial, en el Perú la inversión per cápita en el sector salud durante el 2013 (US$354) aumentó en US$11 con respecto al año anterior, y muestra un aumento constante desde el año 2010. Los avances con la implementación y posterior ampliación del Sistema Integral de Salud (SIS), dirigido a los sectores más vulnerables, son alentadores.
Según cifras del Ministerio de Salud, hasta junio 2015 se cuenta con la inscripción de 16 millones 158 mil 365 personas y se ha logrado que el SIS tenga presencia en todos los distritos del Perú. El 98% de dichas atenciones han sido totalmente financiadas por el Estado, y el 2% restante sólo parcialmente. El 59% de asegurados proviene de zonas urbanas, y las regiones que más atención han demandado han sido Lima, Cajamarca, Áncash, Ayacucho y Cusco. Entre enero y marzo de este año han sido los niños entre 0 y 4 años los que más atenciones han demandado, más de 4,7 millones.
La cobertura de agua aumentó de 75,8% a 86,1% entre 2011 y 2013
El gobierno ha anunciado fuertes inversiones con el objetivo de darle acceso al agua a todos los peruanos. El plan nacional de inversiones del sector saneamiento considera el desembolso de S/.53.500 millones entre el 2014 y el 2021. De ellos, S/.43.300 millones se destinarán a obras de ampliación de cobertura de agua potable, saneamiento y tratamiento de aguas residuales.
Aunque la cobertura de agua aumentó en casi 10 puntos porcentuales en los últimos años, la brecha entre la población urbana y rural sigue siendo pronunciada. Además, las estadísticas esconden graves desequilibrios. Aunque el promedio de continuidad del abastecimiento es 18 horas y media, hay zonas –incluso en Lima Metropolitana– que apenas reciben abastecimiento durante dos horas al día.
Otro factor en el que hay margen de mejora es la calidad del agua. Según el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), solo el 55% de los hogares en zonas urbanas recibe agua con la dosificación de cloro adecuada. Un 30% recibe agua sin cloro.
Un panorama favorable para la inclusión financiera
La inclusión financiera, define el Banco Mundial, implica que los hogares y empresas tengan acceso a servicios financieros y puedan utilizarlos. Estos servicios deben ser provistos de manera sostenible y en un entorno bien regulado. El líder en Sector Financiero del Banco Mundial, Douglas
Pearce, destacó los avances del Perú hacia la inclusión financiera por su entorno legal, regulatorio y político. “El desafío es que el uso y acceso se amplíe”, dijo. El reporte de Inclusión Financiera de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), destaca los avances en el tema de los últimos cinco años. Por ejemplo, la incorporación de más de 1.8 millones de deudores al sistema financiero, y el aumento de personas naturales con crédito: de 23% en el 2009 a 31% en el 2014. Además, entre 2009 y 2014 se crearon 52.800 nuevos puntos de atención, lo que significó la descentralización geográfica de los servicios financieros.
Aumenta la inversión privada en infraestructura
La brecha de infraestructura en el Perú se estima en alrededor de 40% del PBI. Cerrarla tomará décadas, admitió recientemente el ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura. Algunos avances se están dando, pues el gobierno ha aumentado de manera sostenida su asignación de recursos, pero semejante esfuerzo no se puede acometer sin participación del sector privado. En ese sentido, el gobierno también viene trabajando para estimular fórmulas como las asociaciones público privadas (APP) y el mecanismo de obras por impuestos.
En el 2014 se cerraron 11 contratos para ejecutar proyectos de infraestructura pública con inversión privada en el Perú. De ellos, ocho son proyectos relacionados con el sector energético, pero el más grande es la construcción de la línea 2 del metro de Lima, por US$5.300 millones. Esta línea cubrirá desde Ate hasta el Callao y contará con un ramal hasta el aeropuerto internacional Jorge Chávez.